La gran mayoría de los responsables de Comunicación de los Ministerios españoles responden a ‘cargos de confianza’ es decir, cercanos y afines al Ministro de turno que jerárquicamente están casi siempre enca de los funcionarios públicos. Una situación que no es nueva, pero cuya idoneidad se pone en duda en momentos en que la Administración pública necesita recortar costes. En prcomunicación hemos hecho una recopilación de las vinculaciones de los actuales ministros y sus Dircoms.
En cualquier organización existe la figura de un profesional de Comunicación; institución pública, privada, empresa, asociación. El objetivo es definir un plan estratégico que empieza con la elección de los miembros de su departamento, determinar la política comunicativa y llevar a cabo las acciones específicas de Comunicación. Para armonizar las estrategias de comunicación de todos los departamentos y no llegar a posibles peligrosas declaraciones o contradicciones entre ministros y responsables de instituciones públicas, ¿quién es el elegido para llevar la Comunicación? Los nombrados, ¿pasan un filtro o, el nombramiento es a dedo?
Día a día, la evidencia resplandece y en el casi la totalidad de las ocasiones son cargos ‘de confianza’ una larga lista de cercanos, afines políticamente, antiguos compañeros de trabajo o asesores de toda la vida. En los actuales Ministerios casi todos los Dircoms son nombramientos de confianza, la mayoría de las veces asesores históricos de los propios Ministros y en menor cantidad profesionales que trabajaban en medios ideológicamente afines. Comenzamos Julio Sánchez, responsable de Comunicación del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Sánchez ya trabajó con Cristóbal Montoro en su anterior etapa de ministro de Hacienda, tiempos en los que gobernaba José María Aznar.
Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, apostó una periodista de El País para su equipo de Comunicación. El ministro fichó a Concha Martín de una dilatada trayectoria en el terreno económico. La nueva jefa de prensa del ministerio de Luis de Guindos escribía loas al Ministro incluso antes de que éste fuese nombrado. En la hemeroteca de El País se puede leer grandes elogios al político del partido popular antes de que fuera ministro: ‘Hombre moderado y coherente, de talante conciliador y nada dogmático. Bien preparado (…). Número uno de su promoción’.
Menos discreto fue el Ministro de Industria, Energía y Turismo que no dudó en rodearse de gente de confianza para que llevara la Comunicación del ministerio. Así, José Manuel Soria llevó consigo a Juan Santana, jefe de prensa en el PP de Canarias y hombre clave para Soria. Por su parte, el ministro José Manuel García Margallo dividió su ‘cartera’ de comunicación en dos departamentos: uno, la Dirección General de Medios y otra, la Diplomacia Pública. Por lo tanto, tiene dos responsables de comunicación para el Ministerio de Asuntos Exteriores. María Claver dirige la Diplomacia Pública, profesional que fue directora de Opinión de El Economista, colaboradora de Esradio, Libertad Digital TV, Cope y además fue jefa de Prensa de Rodrigo Rato, cuando este era vicepresidente prero y ministro de Economía.
Alberto Ruiz Gallardón en tanto, ha elegido a una periodista de la Gaceta de los Negocios (Intereconomía), para llevar la Comunicación del Ministerio de Justicia. La joven periodista cubría la información del Partido Popular. En el Ministerio de Defensa de Pedro Morenés ‘rescató’ a Joaquín Madina. El periodista que ya fue director de Comunicación de dicho ministerio con Eduardo Serra durante medio año para después convertirse en la sombra de Morenés. Nos remontamos a la prera legislatura de Aznar, en estos tiempos Madina es asesor de Morenés cuando éste era secretario de Estado de Defensa. El antiguo asesor estuvo vinculado a ‘El Mundo’, ‘Expansión’ y ‘Diario 16’.
Ana Pastor, ministra de Fomento, también ha tirado del banquillo para elegir a la responsable de Comunicación de su ministerio. María García ya había trabajado con Pastor en los últos años. Una vez más se recurre al círculo de confianza para escoger a periodistas que ya desempeñaron responsabilidades de comunicación en anteriores gobiernos del Partido Popular.
Soraya Sáenz de Santamaría tiene a su lado a María González Pico como jefa de gabinete de Comunicación. El Ministerio de Presidencia acoge a una fiel comunicadora del Partido Popular. González Pico ya trabajó para el PP durante las legislaturas de Aznar.
Por su parte, Jesús María Mellado, el que había sido Jefe de Prensa del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados en las últas cuatro legislaturas con los tavoces Luis de Grandes (en la etapa de José María Aznar), Eduardo Zaplana y Soraya Sáenz de Santamaría (PP en la oposición), fue el nombrado Director de Comunicación del Ministerio de Agricultura, Alentación y Medio Ambiente. A Mellado le avalan años en la calle Génova. Ya que, pocos meses antes de finalizar la anterior legislatura, el Director de Comunicación comenzó una nueva etapa en la sede del PP donde desarrollaba diversas labores para el partido.
No obstante, la clave de todo el eje comunicativo está en la secretaría de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, periodista de confianza del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy desde sus tiempos en la Oposición. Es la gran ‘elegida’, la que tiene la labor de mejorar la manera de hacer llegar las políticas del Gobierno. Martínez Castro fue jefa de prensa durante los años en los que Rajoy desempeñó el papel de líder de la oposición. Siempre al lado de Mariano. La Directora de Comunicación es la encargada de analizar las líneas generales del Gobierno Central y la que sintoniza los mensajes del resto de los Dircom de Génova.
Gallega de naciento, como Rajoy, se le ha reprochado, en más de una ocasión, haber protegido en exceso a Mariano Rajoy de la prensa. Martínez Castro fue directora del informativo del medio día en Onda Cero, después pasó a dirigir la Comunicación del Partido Popular manteniendo, siempre y a pesar de las críticas internas, informado a Rajoy sobre todo lo que se publicaba de él y defendiéndole.
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