La insólita estrategia de Comunicación de Rajoy: prohibido hablar del ‘Caso Bárcenas’

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Esta semana está siendo casi posible obtener alguna declaración de miembros del Gobierno sobre temas que no tengan relación con las convocatorias oficiales. Una nueva vuelta de tuerca del Ejecutivo que ha aplicado la estrategia del silencio en el ‘Caso Bárcenas’ y que ha ordenado a ministros y representantes que eviten cualquier tipo de pronunciamiento. La tarde de ayer corresponsales han dado plantón en Nueva York a Ana Mato no querer aceptar preguntas.

 

 

Después de una semana para olvidar en la que María Dolores de Cospedal y otros miembros del PP intentaron apagar el fuego del Caso Bárcenas con gasolina, Rajoy ha decidido poner en marcha un ‘cerrojazo informativo’. A partir de este lunes todo el partido y el Ejecutivo están intentando no dar ninguna declaración pública sobre el caso, mucho que los acontecientos lo ameriten. La orden es no salirse del guión establecido y sólo referirse a las convocatorias puntuales y a los actos en los que se ven involucrados.

 

De esta manera, hace unos días la Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se vio obligada a hablar en Alemania tras su encuentro con Ángela Merkel, aunque sólo se refirió a la economía y a las reformas de manera muy escueta. Ana Mato no aceptó preguntas en Nueva York la tarde de ayer después de su visita a la ONU y sólo se remitió a una declaración institucional, ante la cual los corresponsales se negaron a cubrir el encuentro pidiendo más transparencia de la Ministra de Sanidad y de todo el Ejecutivo.

 

Desde que Rajoy ha llegado a Moncloa se ha caracterizado una política hostil hacia los periodistas y a los medios de Comunicación. El Presidente de Gobierno considera –aconsejado su mano derecha Carmen Martínez que puede gobernar sin medios y sin tener una exposición mediática excesiva. Incluso en los peores momentos del Caso Bárcenas ha descartado una eventual ‘reconciliación’ con medios que le critican constantemente.

 

Ni siquiera parece preocupado la deriva que están tomando los Informativos de TVE y parece no hacer caso a quienes piden la destitución de Julio Somoano. Frente a todo esto, Rajoy apuesta una estrategia de bajo perfil en la que los medios no son prioridad y a través de la cual el efecto ‘agotamiento’  es su principal arma. En este contexto se entiende perfectamente que ahora ordene a su equipo y al PP que opten el silencio y que no vuelvan a referirse al Caso Bárcenas hasta que amaine el temal. Una estrategia que, sin embargo, no entienden los periodistas.

 

Seguiremos Informando…

 

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