Louis Vuitton se desvincula del vídeo producido Love Magazine. La acción de relaciones públicas de la marca para la revista ha resultado ser todo un fiasco para la firma de lujo, que se ha visto envuelta en una crisis de Comunicación donde no había un mensaje claro ni unificado y en la que su reputación e agen se ha visto afectada. ¿Vale todo en las marcas de moda para salir en los medios?
Tras la polémica campaña de Loewe en la que la marca adoptaba un posicionamiento dirigido a un target no habitual, Love Magazine publicaba una pieza audiovisual protagonizada Louis Vuitton. En ella se muestra a seis modelos que se exhiben como prostitutas.
El polémico vídeo ha saltado de la revista de moda a los grandes medios generalistas, que identificaron la pieza como un spot de Louis Vuitton, aunque no era así. El vídeo ha desatado las críticas de asociaciones como Osez le Féminisme, que observa el intento de ofrecer una visión lujosa de la prostitución.
prnoticias ha contactado con las sedes de Louis Vuitton en España, Francia, Inglaterra e Italia y ha constatado el desorden organizativo, la falta de amabilidad y la carencia de fluidez en la Comunicación de la compañía. Los departamentos de Comunicación nos han remitido a sus homólogos en otros países en un intento desvincularse de la polémica.
Entre otras personas, Ombline Filiol, del departamento de g de la marca en Inglaterra, ha sido incapaz de procionar datos a prnoticias al respecto y ha sido posible contar con las declaraciones de su directora, Claire Jamet.
La marca no ha explicado los objetivos que perseguía esta acción y, tras muchos obstáculos, la sede en España se ha litado a defender que ‘no se trata de ningún anuncio sino de un vídeo creado la revista inglesa’.
Desde la compañía aseguran que ‘Louis Vuitton no ha participado en este proyecto editorial de ninguna forma, ni ha contribuido a su difusión online’, a pesar de la plicación de sus modelos y su director artístico, Marc Jacobs, y la aparición de los logotipos de la marca en la pieza promocional.
Una posible falta de control sobre el material editorial que se ha publicado ha desencadenado un sinfín de críticas negativas para la marca. Sin embargo, ante el público el contenido aparece asociado a Louis Vuitton, sea cual fuere el vínculo.
Lo que sí parece claro es que la búsqueda de notoriedad que Louis Vuitton buscaba no se ha correspondido con una asociación a los valores que la marca promulga. Por otro lado, el mayor error de la marca ha sido el silencio ante la polémica suscitada.
Además, parece que no se han tenido en cuenta las consecuencias de una colaboración no supervisada con la revista inglesa Love. Otra posibilidad es que la misma marca se haya arrepentido de su posicionamiento y haya decidido no pronunciarse al respecto, con bastante desatino.
Otros podrían pensar que toda esta polémica es parte de una estrategia urdida desde Louis Vuitton dentro de una acción de wordof mouth, bajo la premisa ‘lo que ta es que hablen, da igual si bien o mal’, utilizando el misterio y la intriga como aliados de g.
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