El 45% de la población española mayor de 16 años tiene alguna patología crónica y se esta que en 2030 se doble la incidencia actual en personas mayores de 65 años. Con el aumento de la prevalencia de este tipo de enfermedades el paradigma ha cambiado y con ello es necesario que cambie también el modelo de atención al paciente agudo hacia un modelo centrado en el crónico.
Y no sólo mejorar esa atención, sino también para hacer sostenible el sistema sanitario, tal y como ha declarado Jose Ramón Rubio, presidente del IDIS, al afirmar que ‘el problema de la cronicidad hoy es uno de los más graves que afectan a la sostenibilidad del sistema y lo tanto es necesario trabajar mucho y profundamente en resolverlo’.
Es una de las conclusiones puestas de manifiesto en la jornada ‘El paciente crónico no sociosanitario’ organizada el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS). En ella también ha estado presente Julio Sánchez, vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad, quien ha afirmado que ‘no son suficientes los recursos públicos sí mismos sino que se necesita contar con la colaboración del sector público y el sector privado conjuntamente’ para que el sistema sobreviva.
En este sentido, Julio Sánchez ha señalado que ‘es tante que haya una Estrategia Nacional para el abordaje del paciente crónico en el Sistema Nacional de Salud, pero lo es aún más que haya una Estrategia para el conjunto de la sanidad española en materia de cronicidad’ en la que se incluya tanto la sanidad pública como la privada. Porque ‘los enfermos crónicos –añade – son enfermos y lo son con independencia de quién les atiende en un momento determinado’.
Y es que las cardiopatías, el cáncer o la diabetes son enfermedades que gracias a los avances científicos, han reconvertido el escenario de mortalidad en un horizonte cronicidad con mayor esperanza de vida. Son patologías caracterizadas la larga duración y su lenta evolución. De ahí la necesaria colaboración públicoprivada. Porque para una atención completa y para mejorar la calidad de vida del paciente, se deben utilizar todos los recursos disponibles, además de la prescindible plicación del paciente y de una redensión y restructuración de los distintos niveles asistenciales y la coordinación entre ellos y con los servicios sociales evitando así duplicidades en la sanidad pública y privada.
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