Dejen de buscarlo, Paco Lobatón ya tiene nueva ubicación y lo hace desde el sosiego y la rigurosidad que siempre le han caracterizado. El periodista inicia esta noche a las 23:00 horas una nueva andadura en Cren e Investigación, el canal temático de pago de Chello Multicanal, con la serie ‘Salvados el miedo’. Alejado de la presión de audiencias millonarias, Lobatón vuelve para ayudar a la audiencia a contextualizar y a reflexionar sobre los contenidos del canal. Un compromiso con las personas en trance de dolor y con el tratamiento informativo que inició hace muchos años con ‘¿Quién sabe dónde?’.
¿Por qué anarse a volver a la televisión después de tantos años en un segundo plano?
¿Por qué no anarse? Te preguntaría yo…Hace un tiempo cuando a Iñaki Gabilondo le propusieron ir a Cuatro, saliendo de la Cadena SER, tenía más o menos mi edad ahora y dijo lo mismo: si a los 60 te ofrecen un trabajo nuevo es para celebrarlo todo lo alto. Bromas aparte, creo que es una propuesta profesional muy atractiva, es la posibilidad de intervenir en un canal temático que tiene una serie de ventajas y de inconvenientes. Quienes acuden a él lo hacen pasando todos los filtros, que pagan ello y previamente han hecho un ejercicio deliberado de selección y demuestran un grado de interés muy significativo.
¿Cuál es el objetivo de tu llegada a Cren e Investigación?
El canal ha querido ofrecerles esos seguidores, y los potenciales que están llegar, algo más. La posibilidad de contar con una información extra que contextualice y que contribuya a la reflexión. No se trata sólo de ver ver o mirar mirar…ni mucho menos de recrearse con contenidos que en ocasiones son de una gran dureza como la propia realidad. Se trata de que la audiencia lo vea con un sentido crítico, analítico y que extraiga todas las enseñanzas posible. Esa será un poco mi misión, contribuir a que le espectador además de ver el contenido tenga una referencia para su propia reflexión.
¿En qué consistirá más específicamente tu labor?, ¿Se litará a tu presencia como conductor del serial ‘Salvados el miedo’?
No, mi labor abarcará más que mi vinculación y presentación de este espacio de gran relevancia para el canal y uno de los estrenos fuertes de esta temada. También incluye mi participación en otras series de la parrilla y en diferentes actividades.
¿Cómo valoras el tratamiento que hacen en la actualidad los medios españoles sobre los sucesos? Muchas veces se tildan de informaciones sensacionalistas y que pecan de ofrecer a la audiencia demasiados detalles morbosos e innecesarios para la comprensión de la noticia…
Coincido con ese diagnóstico. Prero hay un tratamiento muy extensivo, pero litado a los casos que digamos cuentan con la ‘garantía’ de que van convocar a la audiencia inexorablemente. Creo que sobre estos casos, como recientemente el de los niños de Córdoba o Marta del Castillo, se hace un tratamiento extensivo totalemente desprocionado. Es tal la saturación que se sobrepasan los límites inevitablemente. Me llama la atención que no haya intervenido en ningún momento alguna asociación profesional para reclamar ser consecuentes con los conceptos. Si uno pone la tele la mañana todo son pricias y exclusivas. Hay que ser más serios, que una pricia es algo que se consigue muy pocas veces. Con la saturación se está malogrando la percepción de la gente. Yo creo que se está haciendo una mala práctica.
Teniendo en cuenta la responsabilidad de los medios de comunicación en esta situación, ¿Qué podría hacerse para que mejorase?
Prero debemos ejercer esa responsabilidad en prera persona y no declinarla amparándonos en el medio para el que trabajamos y segundo, a los medios también tenemos que hacerles una reclamación de responsabilidad. Si yo soy el encargado de tratar un tema debo tener las condiciones para poderlo hacerlo con la debida seriedad, con el tiempo necesario para contrastar la información y respetando a los protagonistas de los hechos y a los ciudadanos como espectadores. Los preros que están sumidos en un trance y en un dolor y los segundos que se merecen recibir una información de calidad. Vuelvo a echar de menos aquí una intervención de las asociaciones profesionales, que tengan un papel. Como referencia está el colectivo de abogados, si uno hace una mala práctica el colegio le llama al orden. Si un médico es denunciado mala práctica a veces es el propio colegio el que denuncia. ¿Pasa algo silar en el ámbito del periodismo? No, y debería pasar. No habría que tener tanto miedo a esos sistemas de verificación, a una ‘auditoría’ profesional y ética que eso iría en favor y no en detrento de una información más veraz y una credibilidad que en estos momentos está los suelos. No es casualidad que el periodista haya caído al últo escalón en la valoración de los ciudadanos, equiparándonos con los políticos.
¿Qué ofrecerá al espectador el estreno de esta noche de la serie?
‘Salvados el miedo’ son una serie de documentales realizados EEUU sobre una experiencia que tiene que ver con el intento de rehabilitar a jóvenes antes de que se consumen como delincuentes conflictivos. Todos ellos están a punto de alcanzar la mayoría de edad y de inaugurar esta etapa en la cárcel, que tienen un historial de pequeños delitos –algunos no tan pequeños. Por ejemplo, hay una chica que tiene en su haber una amenaza terrorista con bomba en su colegio. En el contexto de lo ocurrido estos días, como el atentado de Boston, resulta estremecedor. Hay testonios especialmente fuertes para el espectador español, que salvo casos excepcionales no está acostumbrado a escuchar a adolescentes que ya han disparado a alguien o que están dispuestos a matar venganza. Hay testonios fuertes, pero con un tratamiento que no es sensacionalista. En el proceso de rehabilitación veremos participar a las familias y a reclusos que aún estando condenados a cadena perpetua o llevando 20 años en la cárcel deciden ayudarles para que la historia no se repita.
¿Qué ‘queda’ del Paco Lobatón que triunfó con ‘¿Quién sabe dónde’?
Quedan muchísas enseñanzas de esa experiencia. Todas ellas se resumen en un compromiso: no podemos olvidarnos de los que están sufriendo y en un trance de dolor. Creo que el tratamiento informativo del dolor y los que sufren no es sólo una tarea profesional, es un deber ciudadano. Así que después de tantos años queda el compromiso con esa gente y procuro ejercerlo siempre que tengo una otunidad. Ahora aunque sea un canal situado en el ámbito de pago con unas audiencias dentro de ese ámbito, yo aprovecharé hasta el últo milímetro y todo lo que pueda para continuar con este compromiso.
Seguiremos informando…