Blogueros que pasan periodistas, profesionales jubilados que aseguran seguir ejerciendo a cambio de favores, social media managers con tres seguidores en Twitter… La crisis y el boom de los expertos en Comunicación ha provocado que la profesión y su agen se devalúen. Desde la APM hasta la Federación de Periodistas y Escritores de Turismo, parece que se ha perdido el rumbo.
Hasta prnoticias siempre llegan rumores, a veces fundados y otras no tanto, sobre la mala praxis que se da en esta profesión. Las asociaciones de periodistas están siempre en el punto de mira, muchas veces no defender los intereses de sus asociados, sino los intereses propios. Desde la Asociación de la Prensa de Madrid, hasta asociaciones sectoriales, muchos son los compañeros que se quejan de la falta de interés en representar al colectivo de periodistas, uno de los menor valorados la sociedad española y que acumula a un gran número de parados. Según los últos datos de la EPA, hay 53.200 parados dentro del sector de la ‘información y comunicaciones’ en la que cual encontramos a periodistas y a todos los empleados de medios de Comunicación, un dato que ha crecido exponencialmente desde que comenzara la crisis en 2008. En el prer trestre de ese año sólo habían 22.600 parados en este sector.
Pero parece que no todas las asociaciones de periodistas están igual de preocupadas. Si bien en Madrid, la APM sigue ‘enredada’ en sus negocios privados con una SICAV, en otras asociaciones sus intereses se centran en el divertento y el disfrute. Tal y como han asegurado distintas fuentes a prnoticias, una de las asociaciones que más ‘está desprestigiando la labor de los profesionales de la Comunicación española en el extranjero es la Federación Nacional de Periodistas y Escritores de Turismo’. Según aseguran fuentes cercanas a la federación, las prácticas de algunos de los profesionales que integran esta asociación está dañando la agen de los periodistas y agencias de Comunicación en el extranjero.
Desde la Federación, siempre según fuentes de prnoticias, se organizan viajes a distintos destinos turísticos – supuesto, costeados las oficinas de turismo pertinentes en cada región o país, pero estos viajes ‘de trabajo’, al final se convierten en ‘vacaciones pagadas’. Muchos han sido los destinos turísticos elegidos algunos de los integrantes de esta asociación que, al no recibir ningún retorno de la inversión en estas ‘vacaciones pagadas’ a escritores turísticos –muchos de ellos jubilados – ven en las agencias de Comunicación y periodistas españoles a profesionales sin crédito. Ahora el reto es recuperar la poca reputación que el sector tiene y que, sin duda, afecta directamente a la marca España y los espñaoles en su conjunto.
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