El devenir de lo que pase con el ‘Diario Menorca’ depende de la Junta General de Accionistas anunciada para el próxo 29 de junio en la que se elegirá nuevo presidente. La incertidumbre es la palabra exacta para calificar el sentir de los trabajadores del ‘Diario Menorca’ que desde enero no sólo han visto peligrar sus puestos de trabajo sino el futuro de la empresa. Ahora la fusión con ‘Últa Hora Menorca’ parece el futuro inmediato del rotativo.
El ‘Diario Menorca’, con más de 72 años de historia, sufría su prera crisis el pasado 18 de enero cuando, tras Junta de Accionistas, se les anunciaba que se realizaría una ampliación de capital, aprobada el 21 siguiente, la que el Grupo Serra, dueños de ‘Últa Hora Menorca’, compraría un 30% de acciones pero ponía como premisa un ERE que afectaría a 23 de los 70 trabajadores que integraban el rotativo.
La Redacción se movilizó con una manifestación y dos días de huelga en febrero y parecía que todo, el momento, había quedado parado. Remontándose al pasado, los trabajadores ya vivieron hace dos años un ERE Temal y hace uno se les rebajó una media del 15% del salario. Ahora veían como a finales del mes de abril eran despedidos ocho compañeros bajo el llamado ‘despido objetivo causas económicas’. Cuatro de estos trabajadores ya han presentado la correspondiente denuncia despido procedente.
A día de hoy, como también ha podido saber prnoticas, los empleados de ‘Diario Menorca’ reciben media nómina a principios de mes y la otra mitad la tercera semana del mismo ya que la empresa asegura carecer de fondos.
El 29 de junio parece que la elección de nuevo presidente vendría acompañada de una fusión del ‘Diario Menorca’ con ‘Últa Hora Menorca’ que supondría la desaparición de este últo para quedarse sólo con la cabecera más antigua y leída de la localidad, ‘Diario Menorca’, que se convertiría en el único rotativo de la ciudad.
El Obispado es el accionista mayoritario de ‘Diario Menorca’ con un 70 % mientras el otro 30 queda repartido entre sendos accionistas minoritarios. Parece que el Grupo Serra compraría al Obispado un 51 % de las acciones y, dentro del mismo acuerdo, asumiría su deuda actual. El futuro es incierto.
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