Claves para viajar con Enfermedad Inflamatoria Intestinal

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Durante las próxas semanas, miles de personas se irán de viaje para huir del calor y disfrutar de sus vacaciones de verano. Para más de 200.000 españoles con Enfermedad Inflamatoria Intestinal, las vacaciones necesitan más planificación para minizar el pacto que el viaje pueda ocasionar en el curso de su enfermedad.

 

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) engloba tanto la Enfermedad de Crohn como la Colitis Ulcerosa y la colitis indeterminada. Son patologías crónicas, inmunológicas y discapacitantes que producen, entre otros síntomas, diarrea o sangrado rectal y alternan periodos de brote con etapas de remisión. La EII puede ser diagnosticada en personas de cualquier edad, sin embargo, está mayoritariamente diagnosticada en personas jóvenes, principalmente entre los 20 y los 30 años de edad. En concreto, debido a los fuertes dolores intestinales y diarreas de urgencia, las personas que padecen esta enfermedad se hacen muchas veces dependientes de un cuarto de baño.

Viaje, alentación y dieta

Muchos españoles eligen como destino vacacional en verano las costas españolas. En algunas ocasiones, la Enfermedad Inflamatoria Intestinal puede dificultar el propio viaje, así como la estancia en la playa. Según Ildefonso Pérez, presidente de la Confederación de Asociaciones de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de España, ACCU España, “cuando las personas que padecen esta enfermedad viajan en coche, normalmente calculan las distancias y toman el camino que más estaciones de servicio y paradas tengan para que, en el caso de iniciarse un brote de ésta, puedan tener cerca un baño. Además de ello, pasar el día en la playa para una persona con EII no es tan fácil como lo concibe el resto de la población, ya que en la mayoría de las playas no existen los cuartos de baño. Por eso, los pacientes, antes de viajar, escogen un destino vacacional con playas transitadas que, regla general, suelen ser las que tienen un baño cercano”.

Asismo, las personas con Enfermedad Inflamatoria Intestinal deben cuidar su alentación para evitar crisis, ya que la enfermedad puede asociarse a problemas de intolerancia a diferentes alentos, principalmente los más irritantes para el aparato digestivo, tales como alentos picantes o especialmente ácidos.

Leyre Marín Noguera, paciente con Enfermedad de Crohn de la asociación ACCU Canarias, explica que, “mi enfermedad nunca ha representado un problema a la hora de viajar, incluso aunque haya tenido algún ingreso durante los viajes realizados con mi familia. Cuido mi alentación, ya que es fundamental para no tener ningún tipo de problema. Por ejemplo, cuando acudo a países tropicales y asiáticos nunca como alentos no cocinados como ensaladas, ni tampoco picantes y, además, el agua siempre la compro embotellada. Siempre descanso lo que necesito y para las actividades en general intento aplicar el sentido común”. Además, su madre, Cristina Noguera, afirma que, “desde que mi hija empezó a padecer la Enfermedad de Crohn, ésta se ha convertido en una enfermedad de toda la familia, ya que debemos planear nuestros viajes y demás en función de ésta”.

José Ramón Marinas, paciente con Enfermedad de Crohn de la asociación ACCU Asturias, comenta que, “siempre utilizo el sentido común para evitar los excesos, tener un buen descanso, una alentación saludable, etc., eso nunca he tenido ningún problema”.

Viajar con medicación

Los tratamientos en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal permiten mantener la enfermedad bajo control, litando la aparición de brotes.

José Ramón Marinas asegura que, “dado que mi medicación debe conservarse bajo unas condiciones ambientales determinadas, intento viajar en función de los días en que tengo que tomar esta medicación para que no coincida con su administración. Si tengo que viajar con la medicación, informo a la aerolínea e intento que durante el viaje ésta esté lo más refrigerada posible. Nunca he tenido problemas ello y siempre me la han guardado junto con las bebidas en los aviones. Toda mi medicación viaja siempre en mi maleta de mano. Además, procuro llevar medicación extra para que, en caso de extravío de uno de los bultos del equipaje, siempre tenga todo lo que tomo habitualmente. Además de ello, para algunos países que son bastante rigurosos con la entrada de medicinas en su territorio, llevo un certificado médico con la medicación que suelo tomar”.

Con respecto al transte de los medicamentos, Leyre Marín Noguera concluye que, “viajo con mi medicación en una maleta aparte y asegurándome de que las condiciones ambientales son las más adecuadas. Por lo que me pueda pasar, siempre me informo de los hospitales más cercanos que hay en el país al que viajo y acerca de cómo funcionan”.

10 CONSEJOS PARA VIAJAR CON ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL, avalados ACCU España:

  1. Habla con tu médico y comparte con él los detalles de tu viaje
  2. Lleva el teléfono y el correo electrónico de contacto del centro donde realizan el seguiento de tu enfermedad
  3. Infórmate de los hospitales en tu destino vacacional
  4. Infórmate de las vacunas que debes administrarte y pregunta a tu médico o enfermera de referencia sobre si son compatibles con la medicación que tomas en ese momento. Antes de viajar al extranjero, comprueba que estés cubierto tu seguro de asistencia médica
  5. Si tomas alguna medicación, solicita a tu médico un certificado al respecto, para que no haya problemas en el aeropuerto con los controles de seguridad (en español e inglés, si es posible). Además, debes llevar contigo un informe médico donde se describa tu estado de salud actual y la pauta de medicación prescrita
    1. Lleva la cantidad suficiente de medicación para toda la estancia y no olvides tomarla
    2. Pregunta a tu médico si tomar el sol es compatible con el tratamiento que estás tomando. En caso afirmativo, recuerda evitar las horas más críticas de sol y renueva tu protección solar periódicamente 
    3. Si vas a viajar en coche, identifica las áreas de servicio que dispongan de un cuarto de baño
    4. En función de tu destino, puede ser conveniente no beber agua del grifo o bebidas con hielo, así como lavar ensaladas y frutas con agua embotellada, evita consumir alentos crudos y salsas que contengan huevo crudo en su preparación
    5. Prepara un botiquín básico que contenga: suero oral, paracetamol, antiséptico para las heridas y apósitos, etc.
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