Unidad Editorial se enfrenta a una coyuntura que podría poner en riesgo su viabilidad. La tarde de ayer la plantilla votaba en contra del nuevo paquete de recortes acordado antes del verano. Este resultado, que ha sorprendido a los representantes de los trabajadores y a la propia empresa, paraliza la ampliación de capital 400 millones de euros que RCS Mediagroup preparaba para este mes de septiembre. RCS supedita esta operación a una reducción de costes de 13 millones de euros, que sin acuerdo quedan en el aire. Ahora Unidad Editorial debe mover ficha y podría aplicar unilateralmente un paquete de recortes.
Incertidumbre es la palabra que mejor define la situación que actualmente se vive en la plantilla de Unidad Editorial. La tarde de ayer 1.061 personas (el 73% de toda la plantilla) votaron el paquete de recortes acordado antes del verano entre sindicatos y empresas. Este paquete incluía bajas voluntarias con 35 días de indemnización, excedencias voluntarias y reducción salarial del 3% al 13,5% dependiendo del salario. A cambio la empresa, que necesita ahorrar 13 millones antes de fin de año, se comprometía a no realizar despidos objetivos.
No obstante, el acuerdo calificado de positivo los propios sindicatos, ha sido rechazado la asamblea de trabajadores un 48% de los votos (518 personas) y un 44% (473) que votaron a favor. Esta situación pone a Unidad Editorial en una complicada situación, ya que este paquete de recortes era condición necesaria para que RCS Mediagroup hiciese efectiva la ampliación de capital que preparaba para septiembre.
En mayo se acordó en el Consejo de Administración de RCS realizar una segunda aplicación para asumir los 400 millones de euros de deuda de su filial española. Después de muchas disputas con accionistas minoritarios se llegó al acuerdo de realizar esta ampliación, sólo si Unidad Editorial ponía sobre la mesa un paquete creíble de recortes valor de 13 millones de euros a aplicar antes de fin de año. Sólo con este paquete aprobado se haría efectiva la amplicación. De esta manera, con el paquete rechazado queda en el aire esta operación financiera que daría un respiro financiero a la delicada situación del grupo.
Es ello que desde anoche hay gabinete de crisis en Unidad Editorial para buscar una solución a esta coyuntura. Las opciones son básicamente dos: la prera es presentar un paquete de medidas más suave, algo muy probable ya que no cumplirían el requisito de ahorrarse 13 millones, o presentar de manera unilateral un nuevo paquete siempre que se ajuste a la legalidad. En este paquete podrían incluirse bajadas unilaterales de salarios y despidos objetivos justificando pérdidas.
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