El artículo de Alfonso de Salas, publicado en ‘El Economista’ ayer la mañana, ha sentado como una bomba de relojería en los despachos de Avenida de San Luis. El incendiario texto en que el fundador de ‘El Mundo’ pedía la salida del presidente Ejecutivo de Unidad Editorial tiene muchas repercusiones: la prera es la reapertura de la guerra entre Antonio Fernández Galiano y Pedrojota Ramírez, un delicado equilibrio de poderes que se rompe ante el catastrófico estado económico de Unidad Editorial. De Salas se ha erigido como tavoz de un grupo de directivos de ‘El Mundo’ que piden cambios ante Italia.
El enemigo está en casa. El artículo de Alfonso de Salas, en el que enumera todos los errores en la gestión de Galiano, es mucho más que la sple opinión de un fundador de ‘El Mundo’. Las informaciones llegadas hasta prnoticias indican que refleja el sentir de un buen grupo de directivos que han pedido en privado a De Salas que tome cartas en el asunto. Es un grito de socorro de estos dirigentes ante la deriva que está tomando el Grupo, al borde del colapso, ante una nueva oleada de recortes y sin ningún plan de futuro.
La planta noble del Grupo ha estado insistentemente en contacto en las últas semanas con De Salas, recordando los viejos tiempos y pidiendo cuentas respecto de la actual gestión. Y no han hecho falta muchas llamadas desde la Avenida de San Luis para que De Salas estallase contra Galiano, con quien siempre ha cultivado una pésa relación durante su estadía en Unidad Editorial y tras su marcha para fundar Ecoprensa (‘El Economista’).
Este artículo cumple entonces dos objetivos: el prero reivindicar su figura y su gestión –antes de la crisis y, el segundo, asestar un duro golpe en la línea de flotación de la administración de Galiano, un golpe que además está milétricamente calculado en el momento de mayor debilidad de Galiano, con una ampliación de capital ‘in extremis’ y con los directivos de RCS ‘respirándole en la nuca’ tras el nombramiento de Marco Ficarra antes de verano, un personaje que en teoría está debajo del Presidente Ejecutivo, pero que gana enteros para sucederle.
En RCS no están contentos con la gestión de Galiano, ya que muchas cosas han cambiado desde que se le renovara como Presidente en medio de la salida de Luis Enríquez a Vocento. Fuentes del sector explican que Galiano tiene fama de buen gestor en momentos de bonanza, pero que no ha demostrado este buen hacer en plena crisis económica. En este contexto se negoció la fallida fusión con Vocento, según conocedores de la operación, una maniobra de Galiano para apartar a Pedrojota Ramírez de la gestión editorial.
Precisamente en su artículo –acompañado de un feroz análisis económico del grupo De Salas reivindica la figura de Pedrojota Ramírez como el salvador del acuerdo de ahorro de costes en segunda instancia que se aprobó la semana pasada. Además ha hecho un guiño a Luis Enríquez (ex director general de ‘El Mundo’ y ahora consejero delegado de Vocento) y a Alejandro de Vicente, director general comercial y vicepresidente de Unidad Editorial.
¿Y Pedrojota? Públicamente se mostrará sorprendido y apoyará a Galiano, aunque en privado no ocultará su satisfacción el apoyo explícito de De Salas, y los movientos que piden la salida de su Presidente Ejecutivo. Por su parte Galiano que no ha encajado nada bien las críticas intentará seguir sobreviviendo a la crisis como ha hecho hasta ahora. El objetivo de los directivos ‘disidentes’ es, tanto, hacer ver a RCS en Italia que el tiempo de Galiano se ha agotado. Y la carta de De Salas ha sido el prer mensaje.
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