Muchos periodistas aseguran que detienen inmediatamente la lectura de cualquier nota de prensa en la que aparezcan ciertas palabras. Expresiones que se ponen de moda, que tienden a repetirse y suenan a ‘venta’, pero no atan nada; y pueden anular la otunidad de que la nota sea publicada.
Redactar una nota de prensa y que la información que contiene sea publicada en cuantos más medios mejor, es el ideal. Pero… ¿cómo se consigue?
Un comunicador que se precie no debe arruinar su discurso o nota de prensa con palabras tabú que le quitan las ganas de continuar al periodista que la recibe y consiguen que el email acabe en la papelera.
Al hablar con los periodistas receptores de esas notas, las opiniones más amables cuentan que se saltan la lectura de esas palabras, pasando de soslayo ellas, y leyendo el resto. Actúan como si esas palabras no estuvieran, no se dejan presionar su significado, ya que las consideran vacías y rbombantes.
Pero como los redactores leen estas frases 10, 20 y hasta 100 veces al día en comunicados de prensa, son inmunes a ellas, y de hecho les llegan a provocar cierto rechazo. Hasta el punto de que los menos tolerantes desestan muchas notas sólo el hecho de contener alguna de estas palabras malditas.
Un palabra es pactante durante algún tiempo, pero al cabo de un mes ya no resulta efectiva, que con el mismo ímpetu con el que aparece se convierte en un cliché en un abrir y cerrar de ojos.
Si el producto es realmente revolucionario, no presionarás a nadie si utilizas las mismas palabras que utilizan todos los ‘vendedores de humo’. Los periodistas no sólo no hacen caso de esta ‘venta’, sino que la ven como objeto de burla; y si los periodistas no lo ‘compran’, ¿ qué lo van a hacer los consumidores (público lector)?
Palabras malditas que destruyen tu credibilidad
El columnista tecnológico del New York Tes, David Pogue, en colaboración con Michael Smart, director de Michael Smart PR, formadores de tavoces en EEUU, recogen en un documento algunas de las palabras prohibidas, que en opinión de ambos, minan la credibilidad de cualquier discurso.
Estas palabras en inglés no coinciden exactamente con las que usamos en español, pero se asemejan… y dan bastantes pistas de lo que sería su equivalente en nuestro idioma. He aquí algunas de ellas:
Rompedor
Nuevo
Impactante
Dramático
Sorprendente
Punto de referencia
Hermoso
Impresionante / extraordinario
Mundialmente conocido
Líder
Único
En realidad, es mejor evitar todo término ambiguo, no informativo ni específico, cliché o innecesariamente elogioso.
¿Cómo evitar ‘las palabras malditas’? Pues ofreciendo datos concretos, usando palabras específicas que demuestren esos adjetivos superlativos. Si algo es vanguardista tenemos que explicar qué lo es, con ejemplos o comparativas, datos… lo mismo que si algo es revolucionario, extraordinario, novedoso… Hay que dejar que los sustantivos y los verbos hagan el trabajo de los adjetivos y adverbios.
No enviar comunicados pobres y poco ‘cocinados’, plasmar en las notas de prensa los datos que demuestren el carácter diferenciador y enriquecer el texto con ágenes concretas: ésta es la ‘receta’. Y tú, ¿cueces o enriqueces?
Por Elisa Carreras, consultora de Estudio de Comunicación.