El 25-40% de los pacientes con enfermedad de Parkinson presenta demencia o deterioro cognitivo

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Demencia y deterioro cognitivo, otros trastornos neuropsiquiátricos, y su adecuado tratamiento han protagonizado el IV Sposio Trastornos Cognitivos en la Enfermedad de Parkinson, organizado la doctora María Cruz RodríguezOroz, Neuróloga e Investigadora Ikerbasque del Hospital Universitario Donosita y del Instituto BioDonostia, y Lundbeck. Acreditado la Sociedad Española de Neurología, el encuentro se ha celebrado recientemente en San Sebastián.

 

El deterioro cognitivo se debe a la propia progresión de la enfermedad de Parkinson. A pesar de su elevada prevalencia en esta patología, ya sea en su forma más leve que afecta al 30% de los pacientes o grave –que llega a afectar en forma de demencia al 80% de los enfermos, conviene saber que es posible mejorar el rendiento cognitivo y prevenir o retrasar el deterioro cognitivo con tratamientos no farmacológicos, consistentes en ejercicio físico y tareas cognitivas. “Por ello, debemos plantear este tipo de tratamientos desde el inicio de la enfermedad en todos los pacientes con EP”, afirma la neuróloga.

 

Deterioro cognitivo leve y demencia son entidades clínicas distintas. “El prero se basa en la existencia de alteraciones cognitivas más allá de las que corresponderían la edad del paciente, pero sin repercusión sobre sus actividades de la vida diaria, mientras que en la demencia los déficits cognitivos causan un claro deterioro en la vida diaria y en la autonomía”, explica la Dra. RodríguezOroz.

 

‘Sin embargo, el deterioro cognitivo leve es un riesgo de demencia, aunque no todos los pacientes con deterioro cognitivo leve evolucionen a ella’, aclara la doctora, quien también afirma que ‘a día de hoy aun no existen datos concluyentes para predecir qué pacientes pueden desarrollar demencia, aunque parece que la presencia de alteraciones visuoespaciales y en varios dominios cognitivos plica un mayor riesgo. Por otro lado, aunque existen pocos estudios al respecto, hay datos de que determinadas formas genéticas de EP incrementan el riesgo de demencia’.

 

‘El sistema colinérgico interviene de modo relevante en el deterioro cognitivo y otras alteraciones clínicas asociadas al mismo en la EP y es una de las vías de investigaciones con posibilidades terapéuticas más interesantes en este momento y que deben ser exploradas’, concluye la doctora.

 

Trastorno de control de pulsos

Este trastorno neuropsiquiátrico se relaciona, en mayor medida, con los tratamientos dopaminérgicos para tratar los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson que con la propia enfermedad en sí.

 

Según la Dra. RodríguezOroz, ‘afecta al 14% de los pacientes tratados con fármacos dopaminérgicos. Sin embargo, esta cifra derivada de los preros estudios realizados al respecto se ha incrementado hasta el 40% en estudios más recientes’.

Por otro lado, los estudios genéticos realizados tampoco son concluyentes, si bien parece que puede haber alguna variante genética que incrementaría el riesgo de sufrir este trastorno de control de pulsos.

 

Como afirma la doctora, ‘los neurólogos cada vez concedemos más relevancia a todos estos trastornos en la enfermedad de Parkinson. En los últos años hemos ido tomando conciencia de su prevalencia e tancia y, tanto, cada vez preguntamos más ellos y los estudiamos con más detalle’.

 

Es muy tante conocer bien cómo tratar o evitar el desarrollo de este tipo de trastornos. Para la doctora RodríguezOroz, ‘el conociento de la relación entre la apatía, trastorno de pulsividad, tono dopaminérgico y respuesta al tratamiento quirúrgico con estulación del núcleo subtalámico abre una vía más racional al tratamiento de estos trastornos’.

 

Seguiremos informando…


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