Los especialistas reunidos en Sevilla con motivo de la III Bienal de Neumología y Cirugía Torácica han reconocido que la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente (Prevenar 13®) no se utiliza todo lo que se debería cuando se trata de prevenir la enfermedad neumocócica invasiva en pacientes con EPOC o asma.
Y es que ‘aunque la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente ofrece unas ventajas claras sobre las vacunas antineumocócicas previas, creemos que está siendo poco utilizada para evitar las infecciones neumococo en los enfermos respiratorios. Por ello, en esta reunión vamos a discutir los cauces para que su uso mejore’, explica Francisco Ortega, presidente del Comité Organizador de estas jornadas.
La encargada de poner sobre la mesa esta cuestión es Inmaculada Alfageme, médico adjunto del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Valme, en Sevilla, quien explica que ‘la nueva vacuna antineumocócica conjugada trecevalente sería de gran utilidad que podría evitar una gran parte de las exacerbaciones de la EPOC de origen infeccioso producidas el neumococo, que causa hasta el 80% del total de las que se producen. Esto es muy tante puesto que cada exacerbación de la enfermedad plica un deterioro de los pacientes que, en muchas ocasiones, no se recupera’. En el caso del asma, la enfermedad invasiva neumococo tiene una alta carga de morbortalidad que, como indica esta especialista, ‘se podría evitar con la inmunización de los pacientes asmáticos’.
A estos resultados se suma una de las principales ventajas de la inmunización con la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente, y es que produce memoria inmunológica. Como explica la doctora Alfageme ‘esto es algo que no sucede con la antigua vacuna polisacárida que, no produce memoria inmune y, lo tanto, no protege de forma persistente en el tiempo frente a esta bacteria’. Además, ‘solo es necesaria una dosis de esta vacuna, a diferencia de lo que sucede con la de la gripe, que hay que poner cada año, que cada año cambia el virus que produce la enfermedad’.
Pero la utilidad de la vacunación antineumocócica en pacientes con EPOC y asma se enmarca, según los especialistas, dentro de un debate mayor: la concienciación sobre la tancia de la vacunación en los adultos. Según la neumóloga del Hospital Universitario de Valme, ‘en los niños tenemos asumido perfectamente que hay un calendario vacunal que hay que seguir y que eso es efectivo que previene de una serie de infecciones que pueden ser graves. En los adultos muchas veces pensamos que no es necesario vacunar’.
Por ello, apunta que en el caso de la vacunación antineumocócica hay que concienciar a la población, pero también a los profesionales sanitarios y a la administración. ‘Nos ha costado muchos años que la vacunación antigripal fuera una práctica habitual, lo que posiblemente con la vacunación antineumocócica nos suceda lo mismo”. De la misma opinión es el doctor Ortega, quien cree que una de las causas de la infrautilización de esta vacuna es el “desconociento, tanto parte de los médicos como de los pacientes, de esta eficaz medida preventiva de la enfermedad neumocócica invasiva, que redunda –sin duda en el beneficio de los enfermos’.
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