Alcachofa, salud y poesía

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La alcachofa, que ahora está en el esplendor de su temada, es desde muy antiguo conocida sus propiedades coleréticas, hepatoprotectoras y diuréticas; fuente de vitamina B1, muy útil para niños, detistas, fumadores, apasionados del dulce y bebedores más o menos inmoderados; rica en cinarina, que facilita la secreción biliar, ayudando a digerir alentos grasos tan presentes en las mesas navideñas; y es generosísa en fibra, lo que contribuye a regular o bajar los niveles de colesterol en sangre, a evitar el estreñiento y a reducir el riesgo de hipertensión. Por añadidura se trata de un magnífico diurético, lo que su consumo es altamente beneficioso para personas que sufren de cálculos renales, hiperuricemia, hipertensión arterial, retención de líquidos o producción escasa de orina.

Pero a mayor abundamiento, la alcachofa, además de salud, es poesía.

 

Partiendo del poético y posesivo amor del dios Zeus la joven Cynara, a quien acabaría convirtiendo en alcachofa para que ningún mortal pudiera gozar de los favores de su amada, ha sido durante siglos recurrente motivo lírico. A mediados del siglo XII el poeta Bel alTalla le dedicó una oda que decía: “Hija del agua y de la tierra,/ su abundancia se ofrece a quien la espera/ encerrada en un castillo de avaricias./ Por su blancura y lo inaccesible de su refugio/ parece una virgen griega/ escondida entre un velo de lanzas”.

 

Quevedo, allá el XII y en su poema Boda y acompañamiento del campo, no se muestra muy proclive al halago del producto y aprovecha, como tantas veces, para dar un trazo misógino: “Doña Alcachofa, compuesta/ a itación de flacas:/ basquiñas y más basquiñas,/ ca poca y muchas faldas”.

 

El gran homenaje poético a la alcachofa llegara en le siglo XX y de la pluma del Nobel chileno Pablo Neruda, que, en sus Odas elementales, incluye la Oda a la alcachofa, un largo poema que empieza diciendo: “La alcachofa/ de tierno corazón/ se vistió de guerrero,/ erecta, construyó/ una pequeña cúpula,/ se mantuvo/ permeable/ bajo/ sus escamas…”.

 

Por últo, cabe incluir en esta relación el poema que el peruano Arturo Corchera en su libro Canto y gemido de la tierra, de 1998, bajo el título Visión de la alcachofa: “Asoma en el huerto/ Verde y escamosa:/ ¿es pez de viento?/ ¿es pez de tierra?/ ¿es pez de poza?/ Dulce y agresiva/ ¿colmena sabrosa?/ Porque tiene espinas/ ¿es acaso rosa?”.

 

Miguel Ángel Almodóvar, sociólogo, investigador, periodista, divulgador especializado en nutrición y gastronomía. Consulta sus publicaciones en La Fórmula Almodóvar y sus consejos en el programa de OndaCRO.


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