La Comisión de Negociación de Unidad Editorial denunció hace unas semanas que la empresa había aumentado el salario de algunos redactores compensándoles no cogerse los días de vacaciones extras que les correspondían después de los acuerdos del últo ERE.
Los sindicatos denunciaron que esta medida se había aplicado solo a algunos empleados y no se había ofrecido a toda la plantilla generando una doble escala salarial y un grupo de trabajadores privilegiados. Incluso algunos apuntaron a que esta medida sólo se adoptó con redactores fieles al nuevo director Casiro García Abadillo.
Coincidentemente y una semana después de que el Comité realizase esta denuncia, la empresa ha dado marcha atrás y ha pedido – correo electrónico a estos trabajadores que sí se cojan estos días de vacaciones antes del 31 de marzo. El problema es que estas vacaciones ya habían sido pagadas en la nómina de febrero, lo que se debería descontar de futuras nóminas.
Este correo anunciando la derogación de esta consolidación, ha sembrado nuevamente el desconcierto en una plantilla que no entiende determinadas decisiones. Por un lado se piden recortes de la masa salarial, mientras otro se sube el salario a un reducido grupo, un salario que luego se recorta en futuras pagas.
En el caso de los trabajadores beneficiados y ahora perjudicados, también existe indignación, que tampoco entienden que la empresa toma una decisión para luego revocarla una semana después sin ninguna explicación aparente.
Todos estos movientos se producen en medio de la negociación el nuevo Convenio Colectivo único que pide una rebaja salarial del 10% y nuevas tablas salariales para los nuevos contratados.
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