El 4 de mayo es una fecha señalada en rojo en el calendario de los redactores de ‘El País’. Es el día en que Antonio Caño asumirá como director de la cabecera junto a su equipo de noveles colaboradores, un día en que muchos comenzarán a dilucidar cuáles serán las directrices y métodos del nuevo director. Con todo, hay algunas pistas respecto a la deriva que puede tomar el buque insignia de Prisa. Pistas que se han ido conociendo en las últas semanas: la prera, una entrevista a José María Aznar que refleja una suerte de derechización del diario. La segunda, contenidos más livianos que sustituyen a las tradicionales páginas de análisis político e internacional.
Hace una semana ‘El País Semanal’ publicaba unas declaraciones de José María Aznar con motivo de la conmemoración del déco aniversario de su últo Consejo de Ministros como presidente de Gobierno. Una entrevista que marcaba además la reconciliación del ex líder del Partido Popular con un periódico que ha demandado judicialmente en varias ocasiones, una cabecera que hace menos de un año le acusaba de haber ideado toda la red de financiación paralela del partido de Gobierno.
Y es que las cosas en ‘El País’ han cambiado y los redactores históricos del diario miran con preocupación esta creciente derechización del diario. No es nuevo y Juan Luis Cebrián ya había comenzado esta deriva hace algunas semanas, pero lo cierto es que tras anunciarse la llegada de Antonio Caño y su grupo de colaboradores noveles y neoliberales, todo se ha acelerado. ‘El País’, prera vez desde su fundación en mayo de 1976, está cerca de la derecha y amenaza con un maridaje que puede costarle perder su ADN fundacional.
Pero la amenaza de derechización no es la única que se cie sobre el diario. Según muchos redactores, la segunda es la banalización de ciertos contenidos. Desde hace algunas semanas, los sesudos e ilustrativos retajes de actualidad nacional y en especial internacional, están siendo sustituidos artículos de tendencias, moda y belleza. Este cambio es particularmente acusado en las ediciones de fin de semana y en ‘El País Semanal’. Sin ir más lejos, ayer la tada del suplemento era para la nueva tendencia de mujeres que hacían running, una tada que en otros tiempos fue ocupada líderes mundiales, temas de rabiosa actualidad o grandes figuras de la cultura.
Ya nada es igual, y muchos temas que con la llegada de Caño y su equipo estas tendencias se acentúen haciendo perder aún más lectores a una cabecera agonizante. La apuesta de caño contenidos más cercanos a la calle puede fallar que, según comentan en privado. Caño no está en la calle y su visión del lector de ‘El País’ es extremadamente elitista y cercana al poder. Un error de base, concuerdan los redactores más veteranos.
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