EL TECNOFANÁTICO En los últos meses es frecuente leer sobre operaciones empresariales en las que un operador de telecomunicaciones adquiere, o intenta adquirir, una plataforma de televisión de pago. Es un moviento parable que tiene que ver, dicen los que saben, con la popularización de las ofertas integradas, el cuádruple play, el darlo todo en uno, poniéndole las cosas al cliente fáciles y previsibles, lo cual parece bastante razonable en los tiempos que corren.
Está claro, pues, que el que no haya entrado en esa batalla tiene un flanco débil que debe cubrir. Si además de eso, se trata de alguien con intenciones de adquirir a un competidor que se le está yendo las nubes en cuanto a precio, subiendo más de un 34% en Bolsa en lo que va de año, y enca tus números del prer trestre arrojan caídas de las ventas del 1,2%… entonces es que eres Orange y se te está poniendo la cosa complicada.
Debe ser eso que el operador francés, personificado en dos de sus directores de área, ha vuelto hoy a culpar a Telefónica y los reguladores de todas sus penas. Orange sigue pidiendo un mayorista de fibra y de contenidos, mientras clama que la CNMC pare la oferta Digital Plus presentada ayer, y de paso le recuerda al operador incumbente que tiene que tener su red de cobre reluciente para que los demás la sigan usando.
Los mensajes de Orange, obsoletos y antiguos, en un discurso lleno de quejas, de medidas cautelares y de declaraciones de guerra, son la mejor foto de la actual situación el operador. Desorientado, queriendo crecer sin saber dónde, tirando fibra de la mano de Vodafone pero sin confiar en esa solución y con el socio totalmente enfocado ahora en otra guerra… el operador francés vuelve a la senda de las dudas.
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