Javier Martínez y Alicia García-Gallardo: ‘’Millonario anónimo’ ha cambiado nuestras vidas’

Millonario
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Esta noche, la experiencia de ‘Millonario anóno’, a las 22.30 horas, en La Sexta, la vive el matronio formado Javier Martínez y Alicia GarcíaGallardo, ambos fundadores de la firma infantil Trasluz. Los dos vivirán esta experiencia juntos ayudando en tres ONG: El pato amarillo, Desarrollo y asistencia o Asociación Iceas. Los empresarios hablan con prnoticias para contarnos su vivencia y sensaciones.

¿Cómo llegáis a ‘Millonario anóno’?

Alicia GarcíaGallardo A mí me empujó el ayudar a los demás. ¿Quién no ha tenido alguna vez el sueño de ir un mes a África para ayudar? Y pensar que lo tienes en tu propio país, y enca vivirlo con mi marido, que llevamos desde los dieciocho años juntos, había una posibilidad, sobre todo a nivel personal, y como pareja, que la verdad era una otunidad.

Javier Martínez Nos ofrecieron la otunidad de colaborar con ‘Millonario anóno’ y después de analizar un poco las bondades del programa, la repercusión que en el mundo social puede tener y lo que se podía hacer como labor social nos apeteció probarlo y conocer de prera mano estas realidades que, aunque sabemos lógicamente que existen, nunca, al no estar al lado de ellas, eres capaz de valorarlas.

 

¿Qué os lleváis de ‘Millonario anóno’?

A. G.G. A pesar de todas las necesidades y desgracias que tiene la gente todavía son optistas, alegres, te sonríen, tiran para adelante, tienen la esperanza de mejorar, de algún día encontrar trabajo, el ser humano la verdad es que aguanta todo.

J. M. El resultado es tremendamente positivo que tanto a título personal como en la familia y el matronio ha cambiado nuestra forma de entender la realidad, ha cambiado nuestras vidas. Estoy seguro de tener un antes y un después de esta experiencia.

 

¿Un antes y un después?

J. M. Es una de las cosas que también consideramos necesarias, no es una acción puntual que digas: ‘pasó y lo olvido’. Ha cambiado nuestra vida y lo que haremos es tratar de perdurar con estas ONG, o con otras, en el tiempo que ha cambiado nuestra forma de entender la acción social, el voluntariado y todo lo que hay que hacer en este aspecto.

 

¿Qué os ha sorprendido más?

A.G.G. Lo que más nos ha llamado la atención es que la gente no pueda cubrir sus necesidades básicas como son la comida y la ropa lógicamente. O la ONG que se dedicaban a educar a los niños para evitar que vivan en la calle, estén muchas horas en ella y que no se puedan meter en delincuencia o drogas. Y, luego, la otra ONG que eran voluntarios que realmente lo que hacen es acompañar en la soledad. Hay tanta gente que vive sola, o que son minusválidos, y el acompañante, realmente, necesita un desahogo de dos horas a la semana  para irse aunque sea a tomar un café con alguien. Es presionante. Son tres ONG que nos han hecho ver muchas situaciones, han abarcado un arco presionante a todos los niveles.

 

¿Con qué os quedáis?

J. M. Me quedo mucho más millonario con muchas más cosas de lo que era. Me hace valorar la familia, la salud y el trabajo de una forma muy tante y eso, quizá, lo teníamos como un don que ahí estaba y no se le valoraba. Creo que es tan tante ver la suerte que tenemos que, lógicamente, nos ha cambiado también.

 

Vuestra firma infantil, Trasluz, siempre ha sido una marca solidaria, ¿irá a más?

A.G.G. Sí, siempre hemos ayudado sobre todo dando ropa para mercadillos o para alguna asociación que precisamente ayuda a madres que no quieren abortar, o a niños que no tienen ropa, pero hemos conocido otras realidades que no sólo necesitan ropa lógicamente. Hay necesidades básicas como la comida, el acompañamiento… Hay mucho voluntario y mucha buena gente en España, no sé qué sería de España sin las ONG, la verdad.

J. M. Sin duda las acciones se han venido realizando desde siempre y al final tienes un entorno de gente más cercana, que tiene fundaciones extraordinarias, como también las ONG en las que hemos convivido estos días y lo que sí cambia, a título personal, es el decir: ‘vamos a tener que hacer más cosas’. Y, en el terreno también particular, el decir: ‘tenemos que generar como sea más empleo en este país subsanar más situaciones complicadas’. Nuestra marca ha sido, tiene que seguir siéndolo y lo será. Esto ha sido una guinda del pastel pero el pastel tiene que seguir estando, tenemos que seguir siendo lo más participativos posibles y lo más cercanos posibles a la realidad dentro de nuestras posibilidades.

 

¿Cómo ha sido la experiencia?

A.G.G. Inolvidable, para volver a repetir, desde luego, y nos hemos dado cuenta que vivos en otro mundo que gracias a Dios hemos tenido mucha suerte en nuestra vida y, conocer a gente tan necesitada, la verdad es que te remueve mucho.

J. M. La experiencia ha sido dura en cuanto a lo personal que te metías en un entorno hostil, una situación desconocida y las incertidumbres siempre generan esa desconfianza. Pero una vez que empezamos, nos metos en el día a día, los problemas de la supervivencia en el entorno de una casa humilde, con pocos alentos, con escasez, la verdad es que ha quedado tan lejos que no tiene ningún valor. Ha sido tan positivo el resto que ha tapado todas estas deficiencias que teníamos.

 

Con seis hijos, ¿fue duro separarse una semana?

A.G.G. Realmente no, que nos ha llenado tanto lo que hemos hecho que no. Y, trabajo, no es la prera vez que nos ausentamos. No nos ha costado que nos hemos metido tanto en el papel que realmente pasaban muchas horas y decíamos: pero si no nos hemos acordado de ellos, ¿qué horror no? Ellos también estaban emocionados y al final es un poco ejemplo para ellos. La verdad, ha sido positivo para todos.

 

Seguiremos Informando…


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