‘En Andalucía se están declarando equivalentes a medicamentos sin base científica ni competencia’

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El Director General de FARMAINDUSTRIA, Humberto Arnés, partió hoy una conferencia sobre las Alternativas Terapéuticas Equivalentes, en el marco de la Jornada ‘Los equivalentes terapéuticos: ¿nueva barrera para el acceso a la innovación?’, auspiciada en Sevilla el Grupo Joly. Esta jornada se ha organizado para debatir uno de los principales asuntos de interés sanitario en estas fechas en Andalucía: la convocatoria de un nuevo acuerdo marco de homologación para la selección de principios activos para determinadas indicaciones que anunció en mayo el Sistema Andaluz de Salud y que el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (TARC) de Andalucía suspendió cautelarmente el pasado 16 de junio.

 

En su conferencia, el Director General de FARMAINDUSTRIA recordó que aunque dos principios activos diferentes puedan compartir indicación, esto no supone que sus propiedades farmacológicas y terapéuticas sean las mismas. ‘Es más señaló Arnés, aún coincidiendo en dos medicamentos el mismo principio activo, no en todos los casos la FDA o la EMA (las agencias de medicamentos americana y europea respectivamente) concluyen su equivalencia terapéutica’.

 

Porque para que haya equivalencia terapéutica, ‘además de la eficacia y seguridad del medicamento, se deben considerar variables como su farmacocinética, farmacodinámica o efectos subrogados’, prosiguió el Director General de FARMAINDUSTRIA. Por esta razón, remarcó que ‘sólo con ensayos de equivalencia terapéutica se puede concluir que dos medicamentos tienen efectos clínicos idénticos o diferencias irrelevantes’; algo que no sucede con el Acuerdo Marco de Alternativas Terapéuticas Equivalentes que quiere introducir el SAS.

 

En el ordenamiento jurídico español, las posibles declaraciones de equivalencia terapéutica de dos medicamentos corresponden, única y exclusivamente, a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Así, para Arnés, en Andalucía ‘se están realizando declaraciones de equivalencia o de eficacia silar órganos sin competencia y sin la base científica suficiente’.

 

Cabe recordar que es la segunda vez que el SAS ha anunciado una medida de estas características y que en sendas ocasiones el TARC andaluz lo ha suspendido cautelarmente. En esta segunda ocasión, además, FARMAINDUSTRIA ha interpuesto un recurso contenciosoadministrativo contra este Acuerdo Marco. Pero la industria farmacéutica no es el único sector contrario a esta medida, ya que diversos colectivos de profesionales médicos, así como Sociedades Científicas y asociaciones de pacientes, han mostrado su rechazo frontal al mismo.

 

Humberto Arnés se refirió también a los efectos perniciosos que la medida tiene sobre la atención sanitaria y la salud pública en general, y a que con este Acuerdo Marco se menoscaba el valor del medicamento, se desincentiva la investigación y se lesionan los intereses de la industria.

 

‘También provoca cambios de tratamientos sin conociento del médico y restringe a los profesionales su capacidad prescriptora’. Además, indicó que a los pacientes se les priva de la posibilidad de acceder a medicamentos que su médico considere idóneos y de los que disponen los ciudadanos de otras comunidades autónomas.

 

‘En definitiva –concluyó el Director General de FARMAINDUSTRIA, se excluye de la prestación farmacéutica pública medicamentos autorizados el Ministerio de Sanidad, quebrando así la equidad del Sistema Nacional de Salud’. Y es que el objetivo del Sistema Nacional de Salud es el de conseguir un acceso equitativo de los pacientes españoles a los mejores tratamientos e innovaciones, haciéndolo presupuestariamente sostenible y compatible con un desarrollo de la actividad empresarial.

 

 

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