La convivencia en el diario ‘El Mundo’ es cada vez más insostenible. Lo que parecía una línea continuista con la llegada de Casiro García Abadillo en marzo, se ha convertido en una verdadera pesadilla para la marcha del diario. Casiro ha intentado poner su estilo lo que le ha costado un duro enfrentamiento con Pedrojota Ramírez hasta el punto de que las relaciones están completamente rotas en este momento. Abadillo se considera ninguneado Pedrojota y el ex director de ‘El Mundo’ cree que la nueva dirección está empeorando la calidad del diario.
Es una lucha diaria que se libra en los despachos de Unidad Editorial y en la propia redacción de ‘El Mundo’. Casiro ha intentado poner su sello y sus criterios propios lo que inevitablemente ha significado prescindir de los fieles de Pedrojota Ramírez. Abadillo ha recibido la orden de ‘suavizar’ los contenidos y las críticas a empresas, instituciones y al Partido Popular. Y lo ha intentado no sin problemas al interior de su propia redacción.
En este trayecto ha entrado en frontal disputa con Ana Romero, la hija de Pedrojota y Eduardo Inda, sólo nombrar algunos. Los dos preros no seguirán en el diario según ellos mismos solicitaron, decisiones que desde luego no han sentado nada bien en el ex director. Pero no es lo único. Casiro se siente constantemente ‘ninguneado’ Pedrojota, en el día a día, en su relación con la redacción y en sus cartas semanales, donde constantemente va en la línea opuesta de las directrices ideológicas de Abadillo.
Por su parte, Pedrojota cree que Abadillo y la cúpula de Unidad Editorial están acabando con ‘El Mundo’ y con su legado, no sólo periodístico sino que también estratégico. Considera que las investigaciones ya no son las mismas y que la calidad va a peor con el paso de los días. La últa ‘afrenta’ contra Pedrojota ha sido el cierre de ‘El Mundo de Tarde’, un proyecto del ex director y pilar del cambio de piel de ‘El Mundo’ y que sólo ha durado once meses.
Esta guerra cada vez más abierta está afectando directamente a la redacción ya que obliga a cada periodista a posicionarse en uno de los dos ‘bandos’. Incluso a muchos de los más reputados periodistas se les ve charlar con Casiro y Pedrojota, quizás buscando el sitio y recabando información para saber dónde posicionarse. Con todo, lo cierto es que tarde o temprano Pedrojota terminará abandonar ‘El Mundo’ y para ello busca una fórmula que le permita romper el pacto con Unidad Editorial que le pide formar un diario antes de dos años de su salida.
En la planta noble de Unidad Editorial creen también que Pedrojota no comprará ‘El Mundo’ como ha dejado entrever y que solo va ‘de farol’ para desestabilizar la cabecera y en definitiva justificar su salida. La guerra está abierta.
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