La Asociación Española de Pediatría de Atención Praria (AEPap) ha expresado en los últos meses su disconformidad con respecto al calendario vacunal, plantado el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. La últa decisión llevada a cabo fue la de excluir y litar el acceso a la vacuna de la varicela, algo que ha generado disconformidad en las sociedades científicas y confusión entre las familias españolas provocando un problema que antes no existía.
Mañana, martes 30 de septiembre se reúne la Comisión de Salud Pública, formada representantes del Ministerio de Sanidad y de las consejerías autonómicas. Entre los temas que está previsto aborden, se contempla la evaluación del Calendario Vacunal Único. Desde su puesta en funcionamiento a principio de año, los pediatras de AP consideran necesario que se introduzcan cambios y mejoras que recojan los últos avances en vacunas.
Actualmente, la controversia entre autoridades sanitarias y profesionales se centra en la no inclusión en los calendarios oficiales de las siguientes vacunas: varicela, antineumocócica 13 valente, anteningocócica B, alguna de ellas incluso de posible adquisición. Se da la circunstancia de que algunas de ellas han sido excluidas de los calendarios oficiales sin datos epidemiológicos ni de seguridad que justificaran tal decisión. Respecto a otras, vacuna contra el papiloma humano y tosferina, creemos que aumentaría su eficacia con cambios en el momento de su administración o administración de alguna dosis de refuerzo respectivamente. Cada una de estas vacunas ofrece cobertura frente a enfermedades muy distintas, algunas muy frecuentes y otras más raras pero con alta letalidad y capacidad de producir graves secuelas en los afectados.
Respecto a su eficacia y seguridad existen evidencias tanto nacionales, en las comunidades autónomas en que se administran o se han administrado, como internacionales con datos de seguiento prolongado.
‘Sería muy conveniente que autoridades sanitarias y profesionales actuáramos de forma coordinada ofreciendo el mismo mensaje a la población y evitar así el escepticismo que puede generarse, no frente a una vacuna concreta sino, al hecho en sí de la vacunación lo que supondría un gravíso problema de salud pública’, explican desde la AEPap.