La SEIAC se adhiere a la campaña de la EAACI Beware of Allergy

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La alergia es un problema de salud pública de prociones pandémicas que afecta a más de 150 millones de personas en toda Europa. Según los expertos, uno de cada tres niños padece algún tipo de alergia y esperan que esta patología afecte a más del 50% de los europeos en los próxos 10 años.

 

Por este motivo, la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) ha lanzado una campaña de concienciación que bajo el nombre Beware of Allergy quiere ayudar a la sociedad a comprender mejor cómo se sienten las personas que sufren alergia, de qué manera ésta afecta a su calidad de vida, lo grave y costosa que pueden llegar a ser y la tancia de un diagnóstico precoz y un mejor manejo de la enfermedad.

 

Al centrarse en la formación para la prevención de la alergia, el diagnóstico precoz y el manejo adecuado, la EAACI espera poder ayudar así a los pacientes y sus familiares a controlar su enfermedad y mejorar su calidad de vida, a la vez que hace hincapié en la necesidad de aumentar los recursos destinados la sociedad a gestionar esta epidemia.

 

La recientemente renovada Junta Directiva de Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha decidido sumarse a esta campaña de concienciación ciudadana sobre la relevancia de las alergias tanto desde el punto de vista de la Salud Pública como de los trastornos que origina en las personas que las padecen. De acuerdo con los datos del estudio epidemiológico Alergológica 2005, en España, la rinitis y el asma representan los dos preros motivos de demanda de asistencia en las consultas de alergia, representando de forma combinada más del 80% de los motivos de visita al alergólogo.

 

El asma, prera fase de la Campaña

La campaña Beware of Allergy se desarrollará entre 2014 y 2015 y destacará diferentes tipos y aspectos de la alergia: asma, alergia a los alentos y anafilaxia, rinitis alérgica, inmunoterapia con alérgenos y alergia cutánea.

 

La prera fase de la campaña (octubrefebrero) se centrará en el asma y el propósito es aumentar el conociento de lo estrechamente relacionada que está con la alergia. El asma es uno de los trastornos crónicos más frecuentes. Afecta a 300 millones de pacientes de todas las edades a escala mundial y es un tante reto de salud pública. Además, repercute notablemente en el rendiento escolar y laboral de las personas que la sufren.

 

La prevalencia y el pacto del asma están incrementándose de manera notable en las regiones urbanizadas, en relación con cambios ambientales y del estilo de vida. Además, de continuar con el creciento poblacional, en 2025 el número de personas con asma aumentará en 100 millones. Así, será la enfermedad crónica más prevalente de la infancia y supondrá una de las principales causas de los costes sanitarios.

 

Dos en uno: asma y alergia

La alergia influye en el asma de dos maneras: como desencadenante agudo actúa cuando una persona entra en contacto con el alérgeno, y en cuestión de poco tiempo presenta una crisis brusca de asma; como causante de inflamación crónica, el contacto con pequeñas cantidades de alérgeno va produciendo una inflamación interna de los bronquios. Esa inflamación puede pasar desapercibida, pero hace que los bronquios sean más sensibles a todos los estímulos (infecciones, ejercicio, aire frío, tabaco, etc.) que actúan como desencadenantes.

 

Hay varios argumentos más que respaldan la relación entre alergia y asma:

 

Enfermedad controlable

El objetivo del tratamiento del asma es su control ópto. Esto supone la ausencia de síntomas diurnos o nocturnos, no faltar al colegio o al trabajo, una ópta capacidad respiratoria para poder hacer ejercicio y la ausencia de crisis de asma que deriven en visitas al hospital. Lo tante es reconocer y tratar adecuadamente la enfermedad.

 

Estudios españoles recientes sobre los costes del asma indican que los costes directos e indirectos del asma no controlada pueden ser hasta diez veces superiores a los del asma bien controlada. De ahí la voluntad de sumar esfuerzos en conseguir un mejor control de la enfermedad plicando a todos los agentes relacionados con su manejo.

 

La identificación del alérgeno causante del asma facilita medidas terapéuticas eficaces como la evitación de dicho agente o el empleo de inmunoterapia en los casos en los que esté indicada. Está demostrado que las vacunas son capaces de modular la respuesta alérgica y mejorar los síntomas respiratorios de estos pacientes. Estos aspectos del tratamiento deben completarse con fármacos (en su mayoría administrados vía inhalatoria) para conseguir un control de la enfermedad que en la mayoría de los pacientes puede ser ópto y permitir que el paciente asmático desarrolle sus actividades sin litación.

En este sentido, se recomienda realizar un estudio alergológico para tener el asma mejor controlada. Dada la fuerte relación entre la atopia y el asma, la inducción de tolerancia a los alérgenos de interior es también una estrategia prometedora en la prevención del asma.

 

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