Alrededor del 30% de la población infantil tiene problemas crónicos de dolor

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Alrededor del 30% de la población infantil tiene problemas crónicos de dolor. Así lo ha expresado el doctor Jordi Miró, director de la Unidad para el estudio y tratamiento del dolor del Instituto de Investigación Sanitaria de la Universidad Rovira i Virgil de Tarragona, durante el taller ‘Dolor y Sociedad’, organizado la Plataforma SinDOLOR y que ha tenido lugar en el marco de la XX Semana Europea de la Calidad organizada el Servicio Gallego de Salud.

 

‘El dolor crónico infantil es un problema muy extendido y, a pesar de disponer de los conocientos y recursos necesarios, no está adecuadamente atendido, mucho menos bien tratado. De hecho, en España, no disponemos de ninguna Unidad Multidisciplinar de Dolor especializada en dolor crónico infantil’, ha apuntado el doctor Miró, quien añade, ‘afortunadamente, esta situación parece estar cambiando’.

 

En este sentido, otra de las cuestiones que se han destacado en el taller es que, en muchas ocasiones, los adultos tienen tendencia a no prestar toda la atención que merece el dolor que manifiestan los menores. ‘Tras un reclamo de atención fallido, los niños dejan de quejarse, lo que dificulta la otunidad de intervenir de manera inmediata y actuar con el tratamiento más apropiado desde el inicio’, apunta el especialista.

 

Otra de las diferencias principales que se aprecian es que, a pesar de que el dolor les afecte de manera intensa, ‘los niños muestran una actitud positiva y juegan e interactúan con sus compañeros. En cambio, los adultos son proclives a esperar a que el dolor desaparezca antes de recuperar sus actividades habituales’, señala el doctor Miró.

 

El dolor crónico más habitual que refieren los niños es el localizado en los miembros superiores, en el abdomen y en la cabeza. La posición de la comunidad internacional de expertos es que el manejo del dolor crónico en los más jóvenes debe ser interdisciplinar. ‘Lógicamente hay que adaptarse a los menores, ya que no es lo mismo realizar una intervención en un niño que en un adulto, o splemente que hay ciertos aspectos que su edad no puede comprender’, explica el doctor Miró.

 

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