La cadena de supermercados británica Tesco se enfrenta a una de sus peores crisis de reputación, precisamente en uno de los perores momentos de su historia. T Smith, director técnico de la cadena, está en el punto de mira intentar ocultar a la opinión pública los niveles de contaminación de la ca de pollo en los supermercados de la cadena.
Hasta el momento Tesco es la mayor cadena de supermercados de las Islas Británicas y la tercera del mundo, y el mayor empleador privado de Gran Bretaña, y dando servicio a 10 millones de consumidores a la semana. Sin embargo, esta situación puede cambiar no en mucho tiempo. A los problemas financieros y de modelo de negocio de los supermercados entre los que se encuentra la disión del presidente, Richard Bradbent, descubrirse que los beneficios fueron exagerados en 263 millones de euros y que las ventas en Reino Unido han caído un 4,6%, lo que supone el peor comtamiento en 40 años; ahora hay que sumar la involucración de la cadena en un escándalo de salud pública, al hacerse públicos los niveles de contaminación de la ca de pollo que distribuye la cadena.
El problema no es sólo la publicación de los datos de niveles de contaminación alentaria de la ca de pollo, sino las ‘artes’ con las que el director técnico de la cadena de supermercados Tesco, T Smith, habría intentado todos los medios evitar que esta información se hiciese pública.
A principios del verano pasado, la Agencia de Normas Alentarias (FSA sus siglas en inglés) hizo pública su intención de dar a conocer los niveles de contaminación de la ca de pollo que se distribuyen en los supermercados del Reino Unido nombres de comercios. Esta decisión no gustó demasiado al director técnico de Tesco, quien decidió utilizar sus influencias como ex director de esta misma agencia para ‘sugerir’ al departamento de salud británico las inconveniencia no solo para su supermercado, sino para todo el sector de dar a publicar estas informaciones. A juicio de Smith, los consumidores británicos no estarían preparados para ‘digerir’ esta información, y provocaría una profunda bajada de demanda de este producto.
La estrategia de T Smith para evitar que saliese a la luz que Tesco es la cadena de distribución donde su ca de pollo contiene los niveles más altos de contaminación no solo ha sido un fracaso, sino que ha puesto en evidencia las políticas de la cadena, y su transparencia y buen gobierno están puestas en tela de juicio la opinión pública británica.
Este tipo de contaminación en la ca, provocada las condiciones higiénicas de las fábricas de manipulación de la ca de pollo, es la responsable de unas 100 muertes al año y 280.000 enfermos al año según las autoridades sanitarias.
La crisis de confianza de los consumidores
La conducta de Tesco no solo supone un duro golpe a su agen, también podría tener efectos muy negativos en el comtamiento de los consumidores. Según el estudio ‘Authentic Brands’ realizado la consultora Cohn & Wolfe, para el 87% de los consumidores, la transparencia y honestidad de las marcas son aspectos fundamentales que influyen en sus decisiones de compra enca de la innovación, tante para el 72%, o la oferta de productos únicos, que lo es para el 71%.
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