Los 5 desafíos que tiene por delante la eSalud para alcanzar la ‘felicidad inalámbrica’

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Según los expertos en sanidad y nuevas tecnologías atravesamos un momento en el que se vuelve más urgente que nunca innovar en salud para que el paciente sea más independiente de sus profesionales sanitarios. Ante esta situación, muchos actores del sistema se han lanzado a plementar iniciativas y proyectos de telemonitorización, teleeducación y teleconsulta que apuestan dejar de tratar patologías y empezar a tratar a pacientes siendo lo menos invasivos posible. Sin embargo, existen muchos retos que empañan este mercado emergente que se ha definido como ‘el Intet de las cosas’.

 

‘El futuro de los wearables va a ser el de los invisibles’, aseguraba Chema Cepeda, responsable de la Secretaría de Innovación, Nuevas Tecnologías y Conociento de la Salud de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) en el I Congreso Nacional Wearables y Big Data en Salud. Este y otros expertos prevén que llegará un momento en el que los wearables se integrarán tan bien con nuestro cuerpo que no sepamos que los llevamos puestos. Sin embargo, antes de llegar a ello, la eSalud en general debe afrontar muchos desafíos:

 

1. Superar ‘la euforia lo ultíso’ responsable de que las nuevas herramientas que adquiros acaben olvidadas en un cajón concretamente, según un estudio de la compañía de análisis Endeavour Partners, a los seis meses de su compra.

 

2. Evitar que el uso de los wearables pase de ser un sueño que en un futuro permita al paciente conseguir la ‘felicidad inalámbrica’ a convertirse en una pesadilla fomentada el desarrollo de dispositivos de uso demasiado complejo, que no atan valor o que se aplican en personas que no lo necesitan o en las que monitorización constante entrañe secuelas físicas y/o trastornos obsesivos.

 

3. La industria farmacéutica debe convertirse en un proveedor de servicios de salud, es decir, pensar en ampliar sus otunidades integrando otros momentos en la atención al paciente que vayan más allá del tratamiento de la patología.

 

4. Empoderar al paciente a base de comunicarse mejor con él y aceptando sus decisiones aunque vayan en contra de los principios del facultativo. Este reto lleva plícito un cambio de paradigma que tiene que ver con la transformación de los datos en información, es decir, los sanitarios deben aceptar que los pacientes soliciten sus pruebas médicas para que el profesional que ellos elijan las interprete.

 

5. Conocer las posibilidades de los sistemas de aprendizaje cognitivo. A diferencia de los sistemas programables y gracias a las posibilidades del Big Data, permiten mejorar la capacidad del facultativo de percibir, razonar y relacionar. Los expertos ya prevén que supondrán una solución para que el profesional se mantenga actualizado, aborde más retos y tome las mejores decisiones en su práctica clínica diaria.

 

Seguiremos informando…


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