¿Qué dice la ciencia sobre el uso de los ‘Smartphones’ y su relación con… el cáncer cerebral? (I)

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Muchos son los supuestos ‘expertos’ que han profetizado durante años sobre los serios e irreversibles problemas de salud que nos deparará el uso de los teléfonos móviles en un futuro no muy lejano: desde graves lesiones visuales hasta un aumento en nuestras posibilidades de padecer cáncer. Se ha dicho de todo y la prensa ha contribuido en muchos casos a extenderlo; sin embargo, la mayoría de estas afirmaciones carecen de aval científico. Por ello, la comunidad científica ha querido tomar partido y ha puesto en marcha investigaciones cuyos resultados contradicen creencias muy extendidas. Por ejemplo, la que relaciona el uso de los ‘smartphone’ con el cáncer de cerebro. ¿Qué ha arrojado la evidencia científica al respecto?

 

 

Sí es cierto que las ‘tablets’ y los ‘smartphone’ emiten ondas de radio que generan campos electromagnéticos, una forma de energía que puede ser perjudicial para la salud y que en grandes cantidades puede ser cancerígena. Pero la señal que emiten es demasiado débil.

 

Según un estudio del Instituto de Salud Pública de Noruega, una persona sometida a 4 vatios kilo durante media hora aumentaría su temperatura coral un grado. Este es el límite que puede considerarse peligroso. Pues bien: los dispositivos móviles emiten, de media, una señal de radiofrecuencia que es 50 veces inferior.

 

En la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. puedes averiguar cuánta energía desprende tú móvil. Y si te queda alguna duda, en la web del Instituto Nacional del Cáncer de EE UU. encontrarás hasta siete estudios que investigan esta relación y cuyas conclusiones coinciden con el estudio anterior.

 

Pero si no es suficiente, basta con comprobar los índices de incidencia y de mortalidad cáncer de cerebro de la últa década. A nivel mundial han variado muy poco. En Europa, poco más de 5 de cada 100.000 habitantes (es decir, el 0,005%) han sido diagnosticados con glioma entre los años 1995 y 2002, según un estudio del año 2012 del European Journal of Cancer.

 

Pese a todos estos esfuerzos dar una respuesta seria y probada, la comunidad científica sigue enfocándose en las repercusiones que el uso de los smartphones puede tener en nuestra salud a largo plazo. El mayor estudio retrospectivo de casos y testigos en adultos realizado hasta la fecha, conocido como INTERPHONE, coordinado el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), se ideó para determinar si había vínculos entre el uso de los teléfonos móviles y el cáncer de cabeza y cuello en adultos.

 

El análisis de los datos internacionales combinados procedentes de 13 países participantes no reveló un aumento del riesgo de glioma ni meningioma con el uso del teléfono móvil durante más de 10 años. Hay ciertos indicios de un aumento del riesgo de glioma en las personas que se hallaban en el 10% más alto de horas acumuladas de uso del móvil, aunque no se observó una tendencia uniforme de aumento del riesgo con el mayor tiempo de uso.

 

Un estudio prospectivo de cohortes a gran escala sobre el uso de los teléfonos celulares y de sus posibles efectos para la salud a largo plazo comenzó en Europa en marzo de 2010. El estudio COSMOS ha inscrito hasta la fecha a más de 300.000 usuarios de smartphones y los seguirá observando durante 20 o 30 años.

 

Otro estudio ya en curso es un estudio de casos y controles llamado MobiKids, el cual incluirá a 2000 jóvenes (de 10 a 24 años de edad) con tumores de cerebro diagnosticados recientemente y 4000 jóvenes sanos. La meta del estudio es aprender más acerca de los factores de riesgo de tumores cerebrales de la niñez. Los resultados se esperan para el año 2016.

 

Sin embargo, estos estudios contrastan con una reciente investigación publicada en la revista Pathophysiology que desvela que los suecos que han hablado teléfono móvil o teléfono inalámbrico durante más de 25 años tienen el triple de riesgo de sufrir un determinado tipo de cáncer cerebral en comparación con los que han usado este tipo de dispositivos durante menos de un año.

 

Este nuevo estudio señala que el riesgo de sufrir glioma sigue siendo muy bajo aunque se multiplique tres. El estudio se basó en 1.380 pacientes con tumores cerebrales malignos tratados en el hospital universitario de Orebro, en Suecia, y otras 1.380 personas sanas. Quienes aseguraban que habían uasdo teléfonos móviles durante 20 a 25 años tenían casi el doble de probabilidades de ser diagnosticados con glioma. En el caso de los teléfonos inalámbricos, este centaje se reducía al triple de probabilidades.

 

Paralelamente, quienes más horas pasaban hablando el móvil (más de 1.486 horas al año), tenían el doble de probabilidades de tener un glioma.

 

Seguiremos informando…

 

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