Caos en el fútbol. Esta mañana el diario AS publicaba nuevos detalles de la disputa por la aprobación definitiva de la venta centralizada de los derechos televisivos de los clubes de fútbol. Un retraso que explica por la intermediación de asesores de Mariano Rajoy y que tiene a los clubes de cabeza. La venta centralizada debería allanar el camino a la negociación de unos derechos que deberían comenzar a regir a partir de la temporada 2016-2017.
Cada minuto que pasa recorta más las posibilidades de recaudar los entre 800 y 1.000 millones de euros, lo que obliga a los clubes a buscar la negociación por separado con los diferentes operadores. En estos momentos Movistar TV tiene los derechos para la próxima temporada de FC Barcelona, Zaragoza, Celta y Real Sociedad. El resto de clubes han firmado con Mediapro, aunque sólo durante la próxima temporada, a la espera de una Ley del Deporte que sigue sin llegar.
El Consejo de Ministros que ha terminado hace pocos minutos tampoco ha aprobado la nueva Ley, como dice AS, frenada por los asesores de Rajoy que prefieren que el mercado ajuste sus precios. Todo lo contrario que los clubes que quieren cuanto antes la aprobación del reparto centralizado de derechos para poder comenzar ya a negociar y obtener la máxima rentabilidad del nuevo contrato. Un contrato que mientras más dinero ingrese, más recursos dejará a repartir.
De esta manera, y ante la impasibilidad del Gobierno ante una Ley que prometió al comienzo de la legislatura, los clubes ya han optado por comenzar a negociar por separado sus derechos, como venía siendo hasta ahora. Es una manera de asegurarse la financiación de cara a la temporada subsiguiente ante las incertidumbres de una Ley que no tiene pinta de ver la luz en esta legislatura.
Esta incertidumbre podría generar además una oleada de reuniones con los clubes, o bien para extender sus compromisos actuales en sucesivas temporadas o para tantear el terreno con diferentes compañías audiovisuales a la espera de una mejor oferta. Acuerdo –claro está- siempre supeditados a una hipotética aprobación de la postergada venta centralizada.
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