¿Qué ha pasado con Pablo Iglesias? La pregunta es recurrente en los círculos periodísticos y refleja la cobertura que se está realizando del ‘fenómeno Podemos’, un efecto que al menos mediáticamente se ha desinflado en las últimas semanas coincidiendo además con la campaña electoral para las Elecciones andaluzas de este fin de semana y con la cobertura de sus resultados definitivos. Una desaparición en la cual comparten culpas un oculto Iglesias y unos medios que ven que su aparición ya no dispara las audiencias como antaño.
¿Por qué las televisiones abusan tanto de Pablo Iglesias? La pregunta era formulada en privado a un alto directivo televisivo a lo que éste respondía ‘es el hombre del momento y cualquier programa que le tenga dispara sus audiencias’. Estamos hablando de noviembre del año pasado y al menos en televisión todo lo que Pablo Iglesias tocaba lo convertía en oro. Era un momento en que Iglesias o alguien de su equipo acudían prácticamente todos los días a un programa de televisión diferente. Eran otros tiempos.
Y es que Pablo Iglesias y Podemos han prácticamente desaparecido de la primera línea mediática. Sus principales figuras ya no van a los medios y en los diarios tienen cada vez menos cobertura. Una situación que tiene una doble vertiente: la primera es la estrategia orquestada desde el propio Pablo Iglesias para ‘dosificar sus apariciones’ y que nace de una exposición mediática que comenzó a pasarle factura en las encuestas.
La pérdida de fuerza mediática de Podemos además coincide con la serie de escándalos de corrupción que afectaron a la formación y en especial a Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón, escándalos además jaleados por los diarios de tirada nacional. Y que además llega en momentos en que el partido se ha volcado en ‘terreno’ para apoyar a su candidata en Andalucía Teresa Rodríguez.
Por otro lado los medios han detectado que el tirón de Iglesias y de Podemos es inferior al de hace tres meses y por tanto tampoco le piden entrevistas ni solicitan intervenciones como antaño. Probablemente Iglesias ya no sea el ‘hombre del momento’ y por ello ya no reviente el share cuando aparece en televisión. Es por tanto un producto perecible para la televisión.
El mejor ejemplo lo hemos vivido esta misma mañana cuando Podemos, a pesar de situarse como la tercera fuerza política en Andalucía con quince escaños, ha estado lejos de ser el protagonista de los miedos. Incluso Ciudadanos –con nueve escaños- ha tenido más repercusión y su líder Albert Rivera ha gozado de un mayor protagonismo en los canales de televisión que cualquier representante del partido de Pablo Iglesias. Los resultados de Podemos han quedado eclipsados además por el anuncio de ruptura en la relación entre Pablo Iglesias y Tania Sánchez comunicado en Facebook.
Precisamente el testigo de Iglesias lo ha tomado Albert Rivera, un candidato que hoy por hoy es mucho más demandado en las televisiones, radios y periódicos. Rivera tiene un liderazgo mucho más amable y cercano y encaja perfectamente en el ‘establishment’ que defienden los grandes diarios de tirada nacional. El objetivo de Moncloa de jalear a través de los medios a Albert Ribera para captar el voto desencantado de Podemos se está cumpliendo de momento. Y los medios se aprovechan de ello.
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