Tenía esperanzas cuando Pedrojota publicaba las carreras de candidatos en el diario El Mundo ‘Verde’ para ver quién sería el dedolegido por las abdominales de José María (Pepe, como Bono) Aznar López, marido de la ex alcaldesa de Madrid, Ana Botella de las Arenas de Benidorm y Marbella… (leche cuanto apellido arrejuntado). Al final Aznar sorprendió a todos y eligió a un registrador de la propiedad de Santa Pola, que llevaba toda la vida de allá para acá opositando de ministro de un ramo, de otro… que pasaba por el mundo sin pena ni gloria, más bien gris, de altura personal, con mucha memoria de articulado, de carácter gallego pasota, ¡y eso!, los hilillos… falta total de empatía y comunicación. A más a Mas, Inexistencia de habilidades sociales, que por cierto se pueden aprender y practicar. Para muestra vale el del mejor orador de todos los tiempos, Demóstenes y sus tartamudeces.
Pues eso, que después de las locuras de José Luis Rodríguez Zapatero, el de la señora cantante, las niñas de negro siniestro, el de la súper casa en León, el gallego llegó a La Moncloa en segunda oportunidad o tercera, cuarta… ¡Ay! el gran Mariano que daba un aspecto de robustez y solvencia que hacía que en Europa se pasase de vernos como los más friquis, a ser los más serios, mejor pagadores, comprometidos más que los propios alemanes en su deuda, intereses, los primeros en formar filar… Todo apuntaba a que volviendo a los sueldos de los ochenta, la cosa quedaría más o menos ajustada, pero los precios no bajan.
Cálculos para todos los lados, pobreza energética, desahucios por las veleidades de hijos que piden préstamos con el aval de sus centenarias madres, cajas y prestamistas… nuevos términos que no acabamos de encajar ni de comprender. Gentes que van a su trabajo y no consiguen poder vivir ni indignamente. Otros que han sido jaleados y apoyados por algunas de las facciones del Partido Popular con sus teles, desde las que, sin pagar sueldos ni proveedores, se han hinchado a facturar ¡por Dios y por España!, ¡Toma Moreno!…
Un día una secretaria de estado de comunicación me enseñaba un sofá lleno de mugre y me decía: ‘aquí se sienta el presidente antes de comparecer los viernes, siéntate’… ¡Ni de coña!, que soy muy asquerosito para esos menesteres del sentamiento o la sentadilla, como diría Don Camilo.
Cuentan que Mariano Rajoy pasea desnudo por La Moncloa y todo aquel que se cruza con él, en su afán consejeríl le dicen: ‘que traje y que percha, admirado presidente’. Así no es de extrañar que los SMS, los plasmas y toda clase de patadas a las que se han acostumbrado los españoles durante estos cuatro años, le pasen una factura que va a ser mayor que la de Andalucía. El PP sólo tiene tres soluciones:
– Nombrar a Jorge Verstringe secretario general de nuevo.
– Nombrar a Albert Rivera secretario general de viejo.
– Nombrar a Bárcenas tesorero y animador del cotarro.
Y la cuarta vía, como la Nanclares que deja a todos los asesinos en la calle:
– Que se presente Rajoy y el PP pasará a la historia y aparecerán la extrema derecha, los de Alianza Popular, los Liberales, los del Río, la Macarena… ¡C’est trop penible!
LA MALDAD DEL DÍA
EL VIAJE DE UN TONTO, UN PALO Y UNA ENSALADA MURCIANA…
Pasaba por la agencia de viajes de El Corte Inglés, para preparar un súper vuelo con IBERIA, a Tierras Santas, a lo que queda de la Palestina que no existe como no sea en campos de horror, hambre, desesperación y muerte. ¡que gran tipo de la gran… el tal Netanyahu! Había visto en el canal Historia, además de a los alienígenas de todas las noches, un documental de cómo se construyó la ciudad de Petra. Ciudad eterna sacada de las entrañas de la ardiente arena de un desierto de rosas… Así la definió uno que pasaba por allí. En la calle Sagasta, al lado de casa de el Suelas, y cerca de la portería de mi querida Petra, La Petra, que lo está pasando mal, y me explico y me cuento y me recreo. Una de sus hijas, bastante puta, se marchó a vivir a Murcia, allí ejerció en la calle Cayuelas y se hizo novia de un ex drogadicto que se dedicaba a vocear todo lo que le pasaban. En su momento los partidos políticos les utilizaban para peleas en bares de mala muerte defendiendo a Pablo Iglesias (el bueno, el Fundador del PSOE). Y él, el novio de la más meretriz gritaba que ‘habían pillado al malo’, y decía: le han condenado, irá al patíbulo, y si sobrevive a la cárcel… ¡Todo estaba anulado!, borrado, como sus cisuras, como las del cabezón de su mafioso jefe, que seguía ocupando un lugar en contra de las leyes, de las sentencias… Pero, aquí no acaba nada, esto no ha hecho nada más que empezar, y ahora los condecorados van a tragar ensalada murciana hasta que se harten.
