MARIANO & CONCHA

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Todo empezó como una locura de dos chiquillos en verano que mojan tímidamente sus pies en un inexistente oleaje… el río, el recodo fresco donde van a morir los que lo conocen. Un lugar para no desear, para soñar atormentado y con la melena al viento. Muchos colores, desde el negro, rucio… un mestizo tricolor, Perrín murió de aquella por comer cáscaras de chirlas cocidas… Cubierto de escenas y luces que otrora recordarían el plató desde el que se destilan las infamias. Al propio caballero de la cabeza pintada, el duce de nuestra nueva y atormentada verdad. ¿quién es culpable? ¿a quién importa?

 

Sólo hace falta asomar el melón por la cerrada cancela para atisbar que la condición es la misma, que los mismos son los de siempre, y que es natural que se beba agua de charcos que infectan gravemente nuestra delicada salud social.

 

No somos nosotros, es la especie que se gira, se retuerce sobre sí misma. Las hambrunas a la vista… las muertes y depuraciones en todo lugar, espacio, tiempo… coreanitos, camboyanitos, mejicanitos, españolito que vienes al mundo, te guarde Dios… alcanza flagrantemente al primer mundo… ¡aquí NO!, como santo Tomás. No busques, encuentra. No encuentres, busca. Y cuando llegas al final y descubres que es la misma punta que el principio, el retorno de la microglía… En ese momento te autoingieres, te matan por viejo, te encierran por loco, te envenenan con la lentitud del que cree ser distinto a todos, a todo… eres lo mismo: química, más o menos revuelta y un hipotálamo que lo soporta todo, incluida la suegra…

 

Si vives una tara, que se puede resumir en forma de opositar a algo que se justifica en tu capacidad de acumular palabras una detrás de otra… Memoriografía, ¿Dónde queda la interpretación? ¿el libre albedrío?… La flecha, la punta, Giordano, il cuore…

 

Vivimos el final de una época que se conocerá como la del cambio de sentido de las agujas del reloj para seguir viendo la misma y tediosa hora, su hora que no llega. La hora de un reloj empujado por la ilusión marchita de las clases emergentes que han desaparecido.

 

Y leo y no creo. Y veo y no salgo de mi asombro. Hoy cuentan nuestros compañeros de redacción que Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno de España se ha gastado casi VEINTE MILLONES en darle pasta a los Medios de Comunicación, para que le ayuden a repetir. Él sabe mejor que nadie que repetir repite como chorizo amargo en estómago con bacteria rebuznatiba… ¿Tiene idea Don Mariano de lo que se puede hacer hoy con esos VEINTE MILLONES DE EUROS? ¿Tiene idea doña Soraya de la cantidad de informes y clippings que se pueden pedir? ¿Tiene idea Wyoming de toda la pasta que llega a laSexta de este esfuerzo monclovíl? Ya no encuentro las letras en el teclado. Si se puede hacer peor, que alguien quede con Concha, para que le cuente a Mariano, que haga saber a Rajoy, que le diga a Brey… da igual ni lo van a entender, ni les va a preocupar… Se Irán con Obama a la oposición. ¡A la mierda! Que diría el recordado y perseguido Fernando Fernán Gómez. Un beso en las canillas sujetas de mi querido, admirado… Fernando Arrabal y Malevaje

 

La Encuesta TREMENDA:

 

Hoy he pedido a mis compañeros que saliesen por el condado a preguntar sobre…

 

–    ¿Estás mejor económicamente hoy que hace un año?

 

SÍ:                    38%

NO:                 52%

NS/NC:             10%

 

 

–    ¿Tienes más dinero para gastar?

 

SÍ:                         52%

NO:                       46%

NS/NC:                 2%

 

–    ¿Cuánto consigues ahorrar al mes?

 

ALGO:                   22%

NADA:                   74%

NS/NC:                  4%

 

 

– ¿Has notado bajada en el precio de los alquileres?

 

SÍ:                         65%

NO:                       30%

NS/NC:                 5%

 

 LA MALDAD DEL DÍA

 

Concha podría haber sido perfectamente La Petra de mis dobleces, a la que amé antes de debutar como camarero en un restaurante de comidas de plato único. Utilice unos granos de arroz para meterlos en una bolsa de papel entre mi carcomida ropa. A los días y noches comencé a escuchar como desde la bolsa me llamaban… ¡papá, ven!… Al ver la película Men in black, la taquilla, el reloj… ¡papá te esperábamos! Como el amigo huérfano de Ralph Wiggum.

 

A volar con IBERIA…

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