El uso de las herramientas digitales en la población no deja de crecer y está cambiando la forma de relacionarnos. En el ámbito de la salud esto no es una excepción y tampoco en la diabetes. ¿Pero tenemos datos reales de cuál es su uso real?
El uso de las herramientas digitales en la población no deja de crecer y está cambiando la forma de relacionarnos. En el ámbito de la salud esto no es una excepción y tampoco en la diabetes. ¿Pero tenemos datos reales de cuál es su uso real?