Las implicaciones que se derivan de la custodia y el acceso de los datos sanitarios extraídos a través de aplicaciones móviles o dispositivos conectados a nuestro cuerpo siguen provocando inseguridades entre los profesionales de la salud y advertencias por parte de los gestores sanitarios sobre los riesgos que comporta cualquier tipo de solución tecnológicas.
Esta situación, más allá de auxiliar al paciente y a sus familiares, alimenta las fobias y una injusta inclinación de la balanza hacia una actitud de rechazo a que la eSalud complemente la consulta médica. Sin embargo, nadie puede negar que las herramientas digitales abren un abanico casi infinito de ventajas en el sector de la salud.
A estos sentimientos contrapuestos se ha referido el pediatra Rubén García Pérez durante su intervención en las II Jornadas eSalud Asturias. Sin embargo, para él la postura que hay que empezar a adoptar está clara: ‘Tenemos que subirnos al carro a riesgo de quedarnos rezagados en este cambio de paradigma’.
Rubén García Pérez sostiene que ‘ser médico en el s. XXI debería ser algo más que perseguir una bata blanca para ofrecer un diagnóstico; debería pasar por formarnos en competencias que incluyan una visión comunitaria y universalista de la sociedad así como un pensamiento creativo y solidario’.
Con él coincide el enfermero José María Cepeda. El creador de Salud Conectada insiste en que atravesamos un periodo de auge tecnológico muy importante y que estamos ‘en un momento favorable para difuminar los límites tradicionales del aprendizaje presencial e innovar en el aprendizaje online’.
El experto argumenta su afirmación con una reflexión: ‘¿Cuánto de lo que aplicamos en nuestro trabajo diario viene del aprendizaje de los años de universidad y cuánto del aprendizaje informal?’.
A la reflexión también ha llamado Ángel González, CEO de Ideagoras. El comunicador subraya que ‘no se puede negar que en el entorno digital hay conversación y tenemos herramientas para escucharla’. Sin embargo, ¿escuchamos bien?
La respuesta a esta pregunta es negativa para el ponente. Sin embargo, deja ver un rayo de esperanza: ‘Ahora que las redes sociales nos dan la oportunidad de escuchar bien, no debemos desaprovecharlo’. O cambiamos o nos cambiarán…
