La II Jornada de Bioética de HM Hospitales se centra en los derechos y voluntades del paciente

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Ayer se celebró la II Jornada de Bioética organizada por HM Hospitales, coordinada por el Dr. Julio Villanueva, director médico adjunto de del Hospital Universitario HM Sanchinarro.

El encuentro fue inaugurado por el Dr. Juan Abarca Cidón, director general de HM Hospitales, que definió la Bioética como un ‘tema amplísimo, con un futuro cada vez mayor, aunque todavía faltan referencias que nos ayuden a ver por dónde ir’. Asimismo, señaló que cada vez el paciente tiene un papel más activo y que ‘con independencia de cualquier indicación, nos debemos en todo a su voluntad. Muchas veces, más allá de planteamientos médicos e incluso jurídicos’. Y añadió que van apareciendo nuevos retos y escenarios que hay que enfocar no sólo desde el punto de vista jurídico, también desde el punto de vista ético que eso supone.

El Dr. Villanueva agradeció a los ponentes su participación, ‘primeros espadas de sus especialidades’ que van a demostrar que se ha cambiado el concepto de hacer ‘Medicina para el paciente’ para hacer ‘Medicina con el paciente’. Del mismo modo insistió en que el objetivo de esta Jornada es que llegue a un público heterogéneo y diverso, más allá del colectivo sanitario, motivo por el que se emitió por streaming.

D. Ricardo de Lorenzo, Presidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, trató en su conferencia el derecho a la defensa del interés superior del menor y declaró que ‘la cuestión fundamental en España sigue siendo la de determinar la mayoría de edad sanitaria a los 16 años y no a los 18’. Además, expuso las pautas de resolución que pueden darse ante estos conflictos:

-El menor maduro se niega a una intervención médica con grave riesgo para su vida o salud, en casos en los que los representantes legales son favorables a que se realice la misma.

-El menor maduro rechaza la práctica de la intervención con grave riesgo para su vida o salud, apoyando los representantes legales su decisión.

-El menor maduro presta su consentimiento a la intervención, siendo los representantes legales los que se oponen.

-Los representantes legales del menor sin condiciones de madurez no consienten la intervención, generando la omisión de la misma riesgo grave para su vida o salud.

Sobre este aspecto y los posibles conflictos éticos y soluciones habló la Dra. Blanca López-Ibor, jefa de la Unidad de Hematología y Oncología Pediátrica (UHOP) de HM Hospitales. La experta explicó que el cáncer infantil es una enfermedad infrecuente, grave y curable que no sólo afecta al niño, también a su familia y a su entorno social y detalló cómo actúan con los pacientes en la UHOP: ‘El cáncer es una enfermedad grave que requiere un tratamiento complejo y que debe integrarse en la vida normal del niño y de su familia para que, una vez adulto, el superviviente de un cáncer infantil sea una persona sana. Nuestro objetivo no es sólo la curación, sino que el niño llegue a ser adulto sano sin secuelas físicas, emocionales ni sociales, y esto es también aplicable a su familia’.

Así, insistió en que ‘hay que tratar de llegar a un diagnóstico cuanto antes y haciendo el menor daño posible al niño, es decir, no repetir las pruebas que ya trae. Es muy importante la coordinación de radiólogos, cirujanos y patólogos’.

Una vez que se sabe el diagnóstico, la Dra. López-Ibor asegura que se planifica de inmediato una reunión con los padres y con quien ellos quieran que les acompañen. ‘Recomendamos la presencia del niño a partir de los 10-12 años. Si los padres no quieren, es informado después, pero siempre en presencia de sus padres. Si tiene más de 16 años, el adolescente está siempre presente’, apuntó. De igual forma, hizo hincapié en la importancia de dar información siempre que los padres y el paciente lo necesiten, ‘esto supone el 80% de nuestro trabajo asistencial’.

‘En la UHOP practicamos una medicina no sólo basada en la evidencia, sino también centrada en la persona. Atender al sufrimiento del enfermo y su familia es también nuestro trabajo, es decir, el objetivo es doble: curar y cuidar’, concluyó la Dra. López-Ibor.

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