El pasado 22 de mayo Prisa ejecutaba la agrupación y canje bursátil mediante el cual sustituía 30 de las antiguas acciones de la compañía valoradas en 27 céntimos por una de las nuevas que comenzaba a cotizar a 8,1 euros. La jugada perseguía estabilizar la mala imagen de la compañía devaluada en Bolsa y de cara a la opinión pública. No obstante, la operación no ha salido del todo bien ya que en tres semanas las nuevas acciones ya han perdido un 8,1% de su valor inicial. Y es que Prisa sigue sin contar con la confianza del mercado a pesar de anunciar una importante reducción de su deuda financiera.
Prisa hizo efectiva la agrupación y canje de acciones aprobada por la junta general de accionistas del pasado viernes 22 de mayo. La operación fue neutral desde el punto de vista de valoración de la empresa, según indicó Prisa a la Comisión Nacional el Mercado de Valores (CNMV). Tomando como referencia los 0,27 euros de cotización de cierre de la sesión del jueves, cada accionista recibió una acción nueva valorada en 8,1 euros a cambio de 30 acciones que, en conjunto, tenían el mismo valor.
La compañía pasó a tener 71.935.958 acciones y según explicó Prisa al someter la propuesta (conocida como contrasplit en la jerga bursátil) a la junta de accionistas, la operación ‘permitirá facilitar que el precio en Bolsa de la acción se fije de manera adecuada, limitar la volatilidad de la acción en el mercado, sin que el valor pierda liquidez y situar la cotización en un valor que esté en línea con sus sociedades comparables’.
Prisa indicó que el anterior valor provocaba movimientos bruscos en la cotización de la acción, ya que una mínima variación en términos unitarios, ‘suponía un alto porcentaje de variación. Eso llevaba a que gran parte de la negociación se realizase por inversores muy centrados en el corto plazo’, señalaron. No obstante, nadie recordó que este hundimiento ha sido un movimiento natural del mercado tras el errático devenir de Prisa por los mercados con deudas que superaron los 5.000 millones de euros y que pasó de cotizar a más de 25 euros a sólo 27 céntimos en menos de diez años.
Estamos ante un cambio cosmético que a la luz de los datos parece no haber dado el resultado esperado en las primeras tres semanas de cotización. Nada más estrenarse el 22 de mayo la empresa perdió un 5% de su valor y ayer cerró cotizando a 7,43 céntimos, es decir un 8,1% menos que su salida inicial. Prisa sigue perdiendo valor, aunque ahora su acción esté ‘ajustada a la realidad’ según dicen los directivos de la empresa. El caso es que los mercados siguen creer en una compañía que ha promedito reducir en más de 1.500 millones de euros su abultada deuda, pero que pocos creen que lo consiga.
