Fútbol y tecnología: de los chalecos GPS a la simulación sensorial

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No cabe duda de que la tecnología está cada vez más presente en el fútbol. Atrás quedaron aquellas rudimentarias técnicas como vociferar las amonestaciones para que todos los presentes se enteraran de que un jugador o técnico había sido sancionado (hasta el Mundial de México ’70 no comenzaron a verse las tarjetas rojas y amarillas) o de la espera interminable tras el minuto ’90 para saber cuánto había añadido el árbitro a un partido (parece mentira, pero hasta 2004 no comenzó a añadirse a los letreros luminosos). Ahora la tecnología que se aplica al deporte rey es cada vez más sofisticada y permite mejorar aspectos que influyen directamente en el rendimiento de los jugadores o en la percepción y sensación de los espectadores, entre muchos otros.

Los sistema anti goles fantasma o la Comunicación por micrófonos entre el cuarteto arbitral son tecnologías totalmente implantadas en el mundo del fútbol en la actualidad. Por eso, ahora la novedad pasa por dispositivos como los chalecos dotados con GPS que utilizan en los entrenamientos los jugadores del Barça, Chelsea, Milán, Juventus, Ajax o Liverpool para mejorar su rendimiento. Esta prenda está dotada de un dispositivo inalámbrico de bajo peso, tan solo 66 gramos, cuyo objetivo es medir la frecuencia cardiaca del jugador durante el entrenamiento, así como sus aceleraciones y desaceleraciones, pases correctos o incorrectos, kilómetros recorridos o número de impactos o pisadas que se han dado, un dato muy importante que repercute tanto en las rodillas de los futbolistas y como en sus posibles lesiones. El objetivo es realizar un informe que determine al cuerpo técnico conocer el rendimiento, jugador por jugador, antes de un partido.

Dentro de las tecnologías que se utilizan en los entrenamientos en la actualidad también destacan las plataformas de fuerza que miden la resistencia, así como las plataformas de salto, las fotoceldas que miden velocidad exacta en segundos o milisegundos en el campo y el tensomiógrafo, un sistema que determina el estado de los músculos de cada jugador para saber si están muy acortados, lentos o cuentan con poca respuesta neuromuscular. No hay que olvidar el sistema k4b2, un método portátil que se utiliza para medir el intercambio de gases respiración a respiración con el objetivo de determinar la cantidad de oxígeno que consume un jugador y, por tanto, si va a poder aguantar los 90 minutos de un partido con un rendimiento elevado.

El futuro de la tecnología en el fútbol

Pero estas tecnologías no son nada respecto a lo que espera al mundo del fútbol en el futuro. Y es que para los próximos años los androides, sensores en la equipación de los futbolistas o la simulación en 3D ultra-real serán algunas de las tendencias que marcarán al deporte rey en los terrenos de juego. Según el informe ‘El Futuro del Fútbol’, elaborado para HTC por la consultora Futurizon, en los próximos años existirán aplicaciones móviles que permitirán a los espectadores contactar con los jugadores y coordinar con otros aficionados el apoyo a sus equipos. Así, incorporarán datos aparecidos en redes sociales y de los partidos en tiempo real. En pocos años también se integrarán de manera rutinaria los sensores de impacto y acelerómetros a las botas de fútbol, lo que permitirá conocer la medida precisa del impacto del balón y del jugador, lo que beneficiará tanto a los árbitros como a los técnicos.

Asimismo, en unos 15 años se prevé que aquellos que vean el fútbol desde casa también experimenten una experiencia más envolvente, ya que existirán robots del tamaño de un insecto que aportarán un ángulo nuevo a la visualización del partido. Los jugadores también aportarán su granito de arena a esta experiencia gracias a las cámaras que portarán en su equipación. Poco después se desarrollará una especie de ‘piel activa’, compuesta por sensores electrónicos impresos en la epidermis de los jugadores, que permitirá conectar el sistema nervioso y el riego sanguíneo a redes externas y dispositivos, lo que posibilitará la realización de análisis complejos que ayudarán a los jugadores a mejorar su rendimiento de forma rápida y segura.

Lo que vendrá en años posteriores ya es más incierto, aunque este informe aventura que en unos 50 o 60 años se prevé que la tecnología permitirá a los aficionados controlar desde sus casas robots humanoides que disputen partidos de fútbol a escala real. De esta forma el objetivo es que sientan una experiencia sensorial completa similar a la que experimentarían estando en el terreno de juego. Esta tecnología sería posible gracias a la realidad virtual avanzada. Además, existirán lentes de contacto que permitan a los árbitros y liniers ver la acción desde cualquier ángulo y acercar o alejar el zoom según se requiera. Verlo en 3D tendrá que esperar unos años más, pero a este paso seguro que será posible junto a otras tecnologías que cambiarán por completo la manera de entender y sentir el fútbol en la actualidad.

Seguiremos informando…
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