La utilización de apps de salud favorece el autocuidado

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La aplicación de las nuevas tecnologías de la información al ámbito de la Atención Primaria ha sido unos de los temas más debatidos en el 35º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), que se acaba de celebrar en Gijón (11-13 de junio). En lo que respecta a los pacientes, las diferentes aplicaciones que van surgiendo, algunas de ellas ya muy asentadas, han mostrado ser una herramienta muy eficaz para fomentar el autocuidado del paciente.

Tal y como señala el doctor Juan Quintana, responsable de Desarrollo Profesional de semFYC, ‘si están bien documentadas pueden ser muy útiles para fomentar el autocuidado y lograr una menor dependencia del sistema sanitario. De alguna forma suponen un empoderamiento del paciente, que es consciente del beneficio de su propio cuidado y que se llega incluso a plantear retos consigo mismo’. Entre las APPs más consumidas destacan aquellas que están dirigidas al control de ciertos parámetros como las cifras de tensión o la glucosa, entre otras, así como las de medición de la actividad física y de las calorías consumidas.

En el ámbito profesional y, según el doctor Fernando Alonso, coordinador del Grupo de Sistemas de Información de semFYC, ‘es notorio que los médicos de familia cada vez nos estamos incorporando más a las redes sociales, al uso de blogs y de todo tipo de nuevas aplicaciones; sin embargo, como ha ocurrido en el caso de la historia clínica electrónica, todavía no se cubren las necesidades que los profesionales tenemos’.

Una idea que reafirma también el doctor Quintana: ‘el uso de las nuevas tecnologías por parte de los profesionales aún es escasa, no está globalizada. Actualmente lo que se hace es extrapolar lo que utilizamos en nuestro día a día al ámbito profesional. De hecho, las que más utilizamos son el WhatsApp y el correo electrónico en el móvil’.

En este sentido, ambos profesionales coinciden también en la falta de impulso que se ha dado desde las distintas consejerías de salud de nuestro país a la introducción de estas tecnologías en la consulta, así como a la actualización de las mismas. En palabras del doctor Alonso, ‘los sistemas de salud han respondido hasta ahora en base a una política estratégica en lugar de a una más operativa. Prueba de esto es que hoy hay profesionales en los centros de salud que solo tienen acceso a los programas oficiales y siguen sin poder acceder a programas de consulta, a webs de docencia, de actualización, y tampoco se pueden comunicar con sus pacientes’.

Para el doctor Alonso ‘a fecha de hoy no existe ningún programa con fuste para que los profesionales utilicen con criterio las opciones tecnológicas a su alcance, y sepan sacar partido a la redes sociales desde el punto de vista de los servicios públicos’.

De hecho, la Historia Clínica Electrónica (HCE) es uno de los avances más utilizados y que más debate generan. Según este experto, ‘su desarrollo no es estándar ni homogéneo. Hay que tener en cuenta que la HCE que estamos utilizando ha sido parasitada por los intereses de los clientes que la compran, que en nuestro país, a diferencia de otros Sistemas de Salud, son los políticos, y éstos anteponen sus necesidades burocráticas a las estrictamente clínicas, ya que el profesional no tiene capacidad de usar lo que precisa (estrategias Bring Your Own Software -BYOS-) sino lo que le imponen’.

Por otra parte, las redes sociales son ya un vehículo de formación y comunicación para los profesionales sanitarios. ‘Las redes están aquí para quedarse y constituyen ya una herramienta de primera magnitud tanto en el diagnóstico, como en el seguimiento y tratamiento de los pacientes’, asegura el doctor Alonso. En este contexto, ‘se debería conseguir que los profesionales tengamos acceso a sistemas de información que nos permitan tomar decisiones clínicas adecuadas a tiempo real’, añade. Sin embargo, en cuanto al paciente existe aún la necesidad prioritaria de validar toda la información a la que pueden acceder. ‘Es preciso realizar una revisión para avalar, bajo criterios científicos de calidad y de rigor, todas las herramientas disponibles’ subraya el doctor Quintana.

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