Julio Ariza, el ex magnate de los medios de derecha, se encuentra acosado por las deudas, con un canal ruinoso y olvidado totalmente por quienes le ayudaron en el pasado. Ariza ya no tiene apoyos ni en el Partido Popular ni en ningún sitio y así se lo hace saber a quien quiera escucharlo. En prnoticias hemos podido saber que Ariza ha comenzado una ronda de encuentros con acreedores y ex colaboradores para recabar apoyos y convencerles de que su proyecto no está muerto. Para ello no duda en recurrir a las lágrimas para intentar ‘ablandar’ a sus interlocutores.
Julio Ariza está hundido. Hace más de un año que su grupo mediático se ha acabado y que su sueño de ser el gran referente televisivo de la derecha ha quedado en el olvido. Pero no ha sido hasta hace pocas semanas que Ariza ha asumido personalmente el fracaso y se ha dado cuenta de que está en una situación que no tiene retorno. El complejo panorama político de los últimos meses le había hecho ilusionarse con algún apoyo de última hora en Moncloa que reflotase Intereconomía, pero nada de ello fue posible y los contactos fueron infructuosos.
Oficialmente Julio Ariza y el Grupo Intereconomía (o lo que queda de él) fue declarado persona ‘non grata’ en el Partido Popular y en Moncloa, algo que ha dolido a Ariza en lo más profundo. Ariza -militante reconocido del PP- cree que él y su canal de televisión han sido los grandes responsables del triunfo de Rajoy en las pasadas Elecciones Generales y esperaba un apoyo incondicional del Presidente, algo que nunca se produjo. Ariza esperó esta ayuda infructuosamente mientras se desmoronaba su grupo y su canal que actualmente ya no emite en TDT en abierto y que sobrevive en la televisión de pago con un presupuesto y una plantilla en mínimos.
Este ‘abandono’ del Partido Popular se ha producido en plena campaña de Ariza para buscar nuevos apoyos para relanzar Intereconomía. El presidente del grupo ha contactado con colaboradores, acreedores y políticos. Estos últimos han declinado aceptar su invitación aunque sí logró contactar con ex colaboradores a quienes les debe mucho dinero y frente a los que mostró su cara más amarga. En reuniones en céntricos hoteles de Madrid confirmó que no puede pagar, pero intentó mostrar un proyecto renovado. Incluso recurrió a las lágrimas para manifestar lo abandonado que se sentía por quienes en el pasado se beneficiaron de su apoyo mediático.
En este último punto no nos referimos sólo a Mariano Rajoy sino que a figuras emergentes de todas las formaciones políticas como Cristina Cifuentes (PP), Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos), todos activos colaboradores y tertulianos de ‘El Gato al Agua’, pero que ahora rechazan a Ariza e intentan desligarse de Intereconomía para no tener nada que ver con el Grupo. Julio Ariza está herido. Todos le han abandonado, incluso a los que hizo famosos como a Pablo Iglesias. Y llora. Y no tiene miedo de mostrar sus lágrimas en público. Es el final. Ya no hay vuelta atrás.