Comunicación en Salud: ‘La ética comienza por el propio científico’

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‘La salud es el tema preferido para los charlatanes’, asegura Emma Pérez Espínola, responsable de prensa de la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad Frente al Cáncer. Como ella, profesionales del ámbito sanitario especializados en comunicación en salud y periodistas han dedicado enormes esfuerzos para combatir la difusión de noticias falsas y para denunciar los intereses faltos de ética de vendedores de terapias pseudocientíficas que acechan al divulgador de salud. Y es que, mucha de la información que le llega al comunicador sanitario está diseñada expresamente para inducirle a creer que se trata de una noticia que merece la pena ser difundida.

Aunque el contenido tenga poca calidad o importancia, los equipos de comunicación se encargan de manipularlo hasta conseguir sensibilizar al divulgador sanitario y que éste valore positivamente su publicación sin dar muchos rodeos. Esto ocurre en el ámbito de la industria farmacéutica, de las entidades públicas e incluso de la ciencia, donde se han descubierto muchos casos de investigadores que han sucumbido a ciertos conflictos de interés e impregnan sus hallazgos de ellos.

Otros casos de conflictos de interés o de informaciones poco éticas han pasado más desapercibidas y han conseguido colarse por los filtros de los periodista especializados en salud más escrupulosos llegando a causar graves impactos humanos, sociales y económicos. Emma Pérez indica que las personas más vulnerables son aquellas que padecen alguna enfermedad seria, son emocionalmente frágiles o que tienen un nivel menor de educación; sin embargo, advierte que ‘los discursos pseudocientíficos también pueden calar en personas bien formadas o en aquellas que se dedican a actividades sanitarios o científicas’. Esto supone uno de los mayores peligros de salud pública debido al principio de autoridad que se les otorga.

Por este motivo, el rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, César Nombela Cano, insiste en que ‘aunque la ética nos tiene que acompañar en todas las facetas de la vida, cuando hablamos de Comunicación se convierte en fundamental. Y en Comunicación en Salud comienza por el propio científico’. Así de contundente se ha mostrado durante el curso de verano ‘¿Cómo innovar en la comunicación en salud?’, organizado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo por el Instituto Roche. Durante la cita, se han analizado los retos a los que tiene que hacer frente el divulgador especializado en salud para lograr una comunicación eficiente, veraz, rigurosa y oportuna con la sociedad. Porque ‘es importante que la información de salud fluya, pero más importante aún es que fluya con rigor’, defiende Federico Plaza, vicepresidente del Instituto Roche.

Para conseguir esta rigurosidad sin perder la atención de la audiencia, el periodista cuenta con la ventaja de ser un mago del lenguaje. Como señala Verónica Fuentes, redactora de biomedicina y salud en la Agencia SINC, ‘para atraer la atención es lícito y necesario simplificar, embellecer, jugar con el lenguaje, emplear metáforas y provocar. Pero nunca mentir porque no hay información que genere tantas expectativas y que cree tanta opinión como la de salud’. De la misma opinión es el periodista Manuel Campo Vidal: ‘El objetivo del periodista especializado en salud debe ser intercambiar conocimiento y generar confianza. Hay que mejorar el vocabulario, seguir haciendo políticas de transparencia y hacer un esfuerzo en divulgación.’

Seguiremos informando…
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