En la tarde de ayer Prisa presentaba su resultados económicos correspondientes al primer semestre de 2015 y el Grupo sacaba pecho de volver a obtener beneficios al igual que ya hiciese en abril cuando se conocían sus datos del primer trimestre. Sin embargo, dicha euforia fue considerada por muchos como una obscenidad teniendo en cuenta que paralelamente desde febrero la Cadena SER comenzaba un goteo incesante de despidos primero en Gran Vía 32 y después en numerosas emisoras locales repartidas por toda nuestra geografía. Desde entocnes ya se han producido más de 27 salidas de profesionales de la Cadena SER.
Dejando a un lado su deuda acumulada, Prisa obtenía de enero a marzo un beneficio neto de 8,6 millones de euros, aunque sus emisoras de Radio en España perdían un 1,9 millones de euros. Ahora la situación ha cambiado porque Prisa se embolsaba en el primer semestre del año un total de 10,8 millones de euros y su negocio de Radio en nuestro país acumulaba beneficios netos de 2,86 millones. Estos resultados positivos son vendidos desde la dirección de Gran Vía 32 como un síntoma unívoco de recuperación, pero para la plantilla de la Cadena SER no han supuesto ni un respiro.
Porque el desmantelamiento de las emisoras locales asociadas a la Cadena SER sigue su curso con dos nuevos despidos en SER Málaga. En esta ocasión se trata de María José Bernard –destinada a la información de tráfico- y Eduardo Martín, responsable de las cadenas musicales que llevaba más de 25 años en la emisora. La preocupación es máxima desde hace meses entre la plantilla de la Cadena SER que ve como muchas de sus emisoras locales se quedan en mínimos y como desaparece la programación regional para ser reemplazada por la señal nacional.
Representantes de los trabajadores de SER Málaga no descartan llevar a cabo movilizaciones y paros en señal de protesta. En este sentido los delegados de la emisora ya preparan una reunión con la dirección de la empresa para conocer los motivos de estos despidos y sus planes de futuro. Desde el pasado febrero la Cadena SER se ha desprendido de manera ‘sigilosa’ de más de 27 profesionales en diferentes emisoras de su amplia red de frecuencias. El miedo se cierne ante la posibilidad de que este goteo no cese en las próximas semanas o meses.