Realizan con éxito una intervención con lipotransferencia en circuito cerrado para tratar una neuralgia

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El equipo de Cirugía Plástica, de la Mano y Microcirugía dirigido por el Dr. Martín Ulloa, ha realizado con éxito en el Hospital HM Modelo una novedosa intervención quirúrgica a una paciente con graves secuelas traumáticas de necrosis grasa y atrapamiento de un nervio sensitivo en la cicatriz que lo presionaba contra la tibia. Según indicó el Dr. Ulloa, ‘la utilización de lipotransferencia para neuralgias es poco frecuente. En Milán se ha realizado en varias ocasiones, pero siempre en extremidades superiores y mediante un sistema de centrifugado de la grasa, en circuito abierto. La novedad en este caso radica en que hemos tratado una neuralgia de extremidad inferior y en circuito cerrado con sistema Fat Washer 800’.

La paciente sufría de un importante defecto en el contorno de la pierna, así como dolor continuo que le provocaba cojera. En la cirugía se realiza primero una liposucción para obtener el tejido graso donante que posteriormente se procesa con un sistema denominado Fat Washer 800, que realiza un lavado de detritus del tejido graso en circuito cerrado. El resultado de este proceso es un preparado para inyectar con microcánulas en la zona afectada, limpio y micronizado, que aumenta su prendimiento y facilita su manipulación. De esta manera, se acorta de forma notable el tiempo quirúrgico y se mejora el procesado del tejido. Además, al ser un autotransplante, no existe ningún tipo de rechazo.

Para el control de la tasa de reabsorción de adipocitos (células grasas) y neovascularización, se utilizaron sondas ecográficas de alta frecuencia y Doppler color. ‘Hasta ahora, explica el Dr. Ulloa, la incógnita era saber cuánto tejido se reabsorbía y si existía neovascularización. Con la ecografía de alta frecuencia es posible comparar y cuantificar, de forma objetiva, el grosor y las características previas de la capa grasa y compararlo con las de la obtenida tras el trasplante, que son netamente diferentes’.

El Dr. Ulloa asegura asimismo que ‘en el postoperatorio inmediato ya observamos una corrección del defecto, por el aumento de volumen que aporta la grasa, y liberación de la fibrosis por la manipulación de los tejidos. Al alta hospitalaria, la paciente ya sentía importante alivio de la sintomatología previa y desaparición de la cojera. Con el paso de los días, se espera que se dé prendimiento del tejido para que éste se conserve definitivamente en la zona injertada, aportando nuevo tejido vascularizado que protegerá el nervio afectado y que mejorará la calidad de los tejidos locales, disminuyendo la fibrosis previa’.

La utilización de los injertos grasos en cirugía plástica ha abierto una nueva página en la cirugía reconstructiva desde hace unos años. Actualmente, se realizan muchos estudios en cuanto a sus indicaciones y al cuidado en la manipulación del tejido graso de cara a aumentar su conservación y prendimiento en el lecho receptor, con el objetivo de realizar una manipulación mínima del tejido, evitar la exposición al medio ambiente y utilizar cantidades pequeñas de tejido para mejorar la tasa de prendimiento. En este sentido, la utilización del dispositivo Fat Washer 800 ahorra el paso de centrifugación clásico y permite tratar el tejido graso en un circuito cerrado, lo que incrementa el prendimiento, facilita la manipulación, acorta el tiempo quirúrgico y mejora el procesado del tejido.

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