Libertad de prensa en Latam: Costa Rica a la cabeza, Cuba y Venezuela los últimos

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A raíz de datos del informe “Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2015″, de Reporteros Sin Fronteras, en prnoticias hemos querido analizar la situación de Latinoamérica en términos periodísticos. De los 180 países contemplados por la institución los que registran menores puntuaciones globales en cuanto a ausencia de libertad de prensa son Finlandia (primer puesto y 7,52 puntos), Noruega (7,75 puntos) y Dinamarca (8,24 puntos). España se sitúa en el lugar 33 con 19,95 puntos.

Los quince primeros puestos aparecen ocupados por países que no son latinoamericanos, entendiendo por este concepto a veces poco claro la región de América que comprende países donde las lenguas romances son predominantes, principalmente el español y el portugués pero también el francés. Se trataría de veinte estados soberanos que recorren el continente desde el borde sur de Estados Unidos hasta el final de América del Sur, incluyendo el Caribe.

El primer país latinoamericano en aparecer en la lista, es decir, aquel en el que hay mayor libertad de prensa, según parámetros de Reporteros Sin Fronteras, es Costa Rica, en el puesto 16 mundial, con 12,26 puntos. Se trata del único país latinoamericano calificado con “buena situación”. Aun así, Reporteros Sin Fronteras destaca en sentido negativo el caso de espionaje sufrido por Diario Extra. La dirección del periódico y sus empleados responsabilizaron de estas maniobras al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y al Ministerio Público. En una conferencia de prensa, el 20 de enero, la redacción reveló que fueron rastreadas las llamadas telefónicas (tanto profesionales como privadas) de sus periodistas durante diez meses.

Por debajo de Costa Rica y calificados en “situación satisfactoria” se encuentran Uruguay (puesto 23 y 15,94 puntos), Chile (puesto 43 y 23 puntos) y El Salvador (45 y 23,66 puntos). Detrás de ellos, y en el rango de “problemas notorios”, se encuentran, por orden, Haití (53 y 25,08 puntos), Argentina (57 y 26,11 puntos), República Dominicana (63 y 27,31 puntos), Nicaragua (puesto 74 y 27,94), Panamá (puesto 83 y 28,98).

Respecto a Argentina Reporteros Sin Fronteras habla de “un país relativamente seguro para el ejercicio periodístico” pero en el que, sin embargo, durante 2014 era común que reporteros y medios de comunicación que se atrevieron a denunciar los abusos de las fuerzas del orden sufrieran actos de violencia y persecución. Esto también ocurrió a quienes desafiaron a algunas autoridades locales, especialmente en el interior del país, como Omar Reinoso, director de Radio Belgrado, en San Luis, que sufrió las amenazas del ex senador Alberto Leyes y su hijo Fernando Leyes. Esta emisora ya había sido blanco de un incendio intencionado en 2012.

El 31 de julio, en Santa Fe, tres reporteros de Radio Sol, Jorge Cantero, Ignacio Herraez y Alejandro Paganelli, fueron víctimas de agresiones. Anteriormente habían recibido amenazas durante su emisión en directo por sujetos que se identificaron como miembros de las fuerzas del orden público. En diciembre, Reporteros Sin Fronteras denunció acusaciones a las que se enfrentaba Juan Pablo Suárez, director de Última Hora. El periodista fue apresado, el 9 de diciembre de 2013, cuando cubría la detención de uno de los líderes de las manifestaciones policiales en Santiago del Estero. Suárez fue acusado entonces de “sedición” y, tras pasar diez días en prisión, fue puesto en libertad. Sin embargo, la investigación siguió en marcha y se le acusó del delito de “incitación a la violencia colectiva agravado por la finalidad de aterrorizar a la población”.

En Argentina, que acaba de celebrar sus últimas elecciones primarias, otro punto conflictivo ha sido la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA), a raíz de la cual el periódico Clarín denunciaba la intención del Gobierno de “apropiarse” de los medios de comunicación del grupo, y afirmó que recurriría a instancias para resguardar sus derechos y que se cumpla el plan de adecuación propuesto.

Dentro de los países con ‘problemas notorios’, además de los siete anteriores se sitúan por debajo de la mediana (que no media), es decir del puesto número 90 (Kuwait) Perú (puesto 92 y 31,21), Bolivia (puesto 94 y 31,29), Brasil (puesto 99 y 31,93 puntos), Ecuador (puesto 108 y 33,65 puntos) y Paraguay (puesto 109 y 33,74 puntos).

En el siguiente bloque, de “situación difícil”, los parámetros del informe sitúan a Guatemala (puesto 124 y 37,92 puntos), Colombia (puesto 128 y 39,08 puntos), Honduras (puesto 132 y 39,27 puntos), Venezuela (puesto 137 y 40,61 puntos) y México (puesto 148 y 43,69 puntos). En Colombia se han registrado durante 2014 dos periodistas asesinados. Si bien esta cifra muestra un descenso los profesionales de la información colombianos tuvieron que enfrentarse a continuas amenazas de muerte del grupo criminal paramilitar Bloque Capital Águilas Negras, que llegó a dar a algunos periodistas un plazo, hasta el 1 de enero de 2015, para que abandonaran las ciudades donde desempeñaban sus actividades.

Los periodistas asesinados fueron Yonni Steven Caicedo (el 19 de febrero) y Luis Carlos Cervantes, director de Radio Morena (el 12 de agosto), dos semanas después de que le retiraran los escoltas policiales que tenía asignadas desde 2012. Por otro lado, el periodista independiente Gonzalo Guillén, que fue corresponsal del diario estadounidense Miami Herald y de los colombianos El Tiempo y El País de Cali.

Guillén fue avisado por la Fiscalía de Colombia de que existía un plan para asesinarlo, el segundo en dos años. El trabajo del periodista contribuyó a la detención del gobernador Juan Francisco Gómez, quien fue condenado, en octubre de 2013, por ser el autor intelectual del asesinato de tres personas. Ese mismo año varias fuentes del reportero fueron asesinadas y éste se vio obligado a dejar el país de forma temporal.

Respecto a Venezuela Reporteros Sin Fronteras indica un “uso abusivo por el gobierno de las cadenas de televisión; la creación de un organismo de inteligencia que pone en riesgo el libre acceso a la información, el acoso a los medios de comunicación”. Pero también pone en relieve un hecho curioso: “la escasez de papel para imprimir (debido al control del tipo de cambio monetario que ejerce el gobierno) que obligó, al menos a 37 periódicos, a reducir su tirada o a interrumpir su circulación”.

Por otra parte, durante 2014, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), señala el informe, “se distinguió por sus agresiones a los informadores, locales y extranjeros, en las múltiples manifestaciones masivas que sacudieron el país, siendo éstos objeto de numerosas amenazas, insultos, agresiones y detenciones”. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) de Venezuela registró, hasta el mes de junio, 231 agresiones a profesionales de la información durante las protestas, de las cuales el 62% fueron cometidas por la GNB.

Destacan los casos como los de la corresponsal del digital peruano El Comercio, Karen Méndez, que fue atacada a balazos cuando cubría las protestas, y Rafael Hernández, de la revista Exceso, y el bloguero Ángel Matute, que fueron detenidos tres días cuando cubrían los acontecimientos del 12 de febrero. Luego de ser puestos en libertad por orden de un juez, se les prohibió cubrir las manifestaciones.

El fotógrafo Abraham Palencia, del diario La Prensa, fue agredido y amenazado de muerte por uno de los militares responsables de la seguridad de la prisión en la que había una huelga de hambre de presos ante el tratamiento que recibían. El periodista explicó que el agente de la GNB se apropió de la memoria digital de su cámara y le advirtió: “si denuncias, mañana amaneces en una zanja con la lengua a fuera”.

Cuba es el último país de la lista y el único catalogado con “situación muy seria”. Ocupa el puesto 169 y 70,21 puntos. Tras la mejora de su relación con Estados Unidos Reporteros Sin Fronteras pidió la libertad de los dos periodistas y un bloguero encarcelados en prisiones cubanas. Meses antes, la organización ya había denunciado que pese a la aparente apertura política del régimen castrista, los métodos de las autoridades para hacer callar a los periodistas disidentes eran cada vez más brutales y continuaban las detenciones arbitrarias.

El secretario general de Reporteros Sin Frontera señala al respecto: “Desde que el último periodista detenido en la Primavera Negra fue puesto en libertad, en 2011, presenciamos un refuerzo progresivo de la represión”. En febrero de 2014 se cumplía un año desde que Ángel Santiesteban Prats fue encarcelado. El escritor e internauta, autor del blog informativo Los hijos que nadie quiso, conocido por criticar abiertamente al gobierno, envió, el 28 de febrero, una carta abierta a Raúl Castro. Su colega José Antonio Torres, corresponsal en Santiago de Cuba del diario oficial Granma, fue encarcelado en mayo de 2011.

Durante 2014 se registraron varios casos de agresiones físicas, detenciones arbitrarias, amenazas de muerte y bloqueo de acceso a la información. Las detenciones tienen por objeto desestabilizar a los periodistas y volver más lento su intercambio de información. En abril de ese año fue detenida por la policía política, la periodista independiente Juliet Michelena Díaz. El arresto sucedió tres días antes de que el portal web Cubanet publicara un reportaje suyo en el que relataba un episodio de violencia policial del que había sido testigo en La Habana.

La agencia de prensa independiente y organización de defensa de la libertad de expresión Hablemos Press fue blanco de la hostilidad del Departamento de Seguridad del Estado. Su fundador, Roberto de Jesús Guerra, fue víctima de una violenta agresión perpetrada por un agente de la Policía Nacional Revolucionaria, el 11 de junio, en La Habana. A su mujer, Magaly Norvis Otero Suárez, corresponsal de Hablemos Press, le dañaron una rodilla y le fracturaron el tabique nasal. Cuatro días antes, Raúl Ramírez Puig, corresponsal del mismo medio en Mayabeque, fue atropellado por un automóvil.

Pese al talento de los profesionales del mundo de la comunicación datos como estos demuestran que queda mucho por hacer en el periodismo latinoamericano.

Seguiremos Informando…

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