Tras varios meses de vacaciones, los más pequeños adquieren numerosas rutinas diferentes a las que están acostumbrados el resto del año: pueden jugar todo el día, no madrugan, no tienen apenas deberes… Por lo que cuando llega la vuelta al cole y tienen que enfrentarse a una nueva etapa escolar, muchos de ellos viven días de auténtico estrés. Según Jesús Jarque, pedagogo y orientador: ‘El síndrome postvacacional es un proceso completamente normal, tiene carácter patológico y solo supone un porcentaje mínimo de niños y niñas’.
Kleenex, consciente de este cambio estacional, ha investigado acerca de este síndrome para facilitar que los más pequeños superen la vuelta al cole de una forma sencilla y feliz. Para ello, ha redactado seis prácticos consejos para hacer más amena la vuelta al colegio.
El primer gran paso: pero el paso más grande para los niños es dejar la guardería, donde realizan pequeñas actividades, para pasar al colegio, donde la exigencia será mucho mayor. El verano es el momento ideal para ayudar a sus hijos a concienciarlos sobre este cambio y así afrontarlo juntos.
Aprender con otros niños: cuando tienen tres años o menos, a los niños les cuesta más separarse de sus padres, especialmente a los que no han estado en una escuela infantil los años anteriores. Aprovechando el verano, los padres pueden prepararles para que entiendan que cuando estén en el colegio estarán con otros niños, arropados siempre por otros adultos de confianza.
Más confianza en su día a día: cuando llegan al colegio, los niños se encuentran en un ambiente desconocido con otros niños que no conocen. Además, un adulto que no es ningún familiar les pone normas a las que no están acostumbrados. Cuanto más jueguen con otros niños y se familiaricen con las dinámicas en grupo, tardarán menos en adaptarse a estar con otros niños.
Apoyo fundamental: el salto al colegio puede crear bastantes trastornos en los niños. Es importante que los padres les muestren todo su apoyo para ayudarles en este proceso, para ello una idea genial es dejarles notitas de cariño en forma de pañuelo junto a sus meriendas para el recreo.
Más autónomos: algunos niños, llegan al colegio sin tener el control pleno de sus esfínteres, lo que les puede crear diferencias con sus compañeros. Para evitar esto, los padres tienen que asegurarse de que sus hijos pueden hacer sus necesidades solitos. Productos de Kimberly Clark como Huggies Pull Ups y Drynites pueden ayudar a sobrellevar este momento y asegurar la adaptación de los más pequeños.
Uno más en la clase: cuando pasan al colegio, los niños aprenden a hacerse un ‘hueco’ dentro de un grupo de amigos que ya está formado, lo que puede generar momentos de especial cuidado. La recomendación de los expertos es que los padres familiaricen a sus hijos con diversos entornos en los que haya otros niños, como por ejemplo actividades extraescolares. El apoyo y la confianza vuelven a ser piezas claves en este proceso.
Todos estos pequeños consejos son pequeñas muestras de cariño con los que podemos ayudar a nuestros hijos a que se sientan seguros y con más ganas que nunca de la vuelta al cole.
Kleenex, con sus coloridos y divertidos pañuelos Kleenex Disney, son el complemento ideal para los primeros días de colegio de los más pequeños. Además, en los próximos meses saldrán a la venta los nuevos diseños de Frozen.
