¿Se acabaron los pinchazos? Presentan un protector bucal que monitoriza enfermedades como la diabetes y la gota

Jacobs School of Engineering, UC San Diego
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Muchas maneras de diagnosticar enfermedades o dolencias pasan por realizar pruebas muy incómodas para los ciudadanos. Análisis de sangre o biopsias son ejemplos muy recurrentes. ¿Quién no ha sufrido alguna vez la terrible sensación de tener el brazo como un colador porque la enfermera de turno no conseguía localizar la vena donde pincharle? Gracias a los nuevos avances en medicina, esto parece que está empezando a cambiar. De hecho, el año pasado conocíamos la existencia de un novedoso dispositivo para hacer extracciones de sangre que funcionaba con una luz infrarroja que permitía visualizar las venas antes de pinchar.

Y es que, ¿para qué sirve la medicina si no es para mejorar la vida del paciente? Los avances en medicina siempre tienen como propósito último curar a las personas, pero no se puede perder de vista una de sus funciones principales: evolucionar según la demanda del paciente. Es necesario que la Medicina haga más llevadera, fácil y de calidad la vida de las personas. La tecnología está siendo la gran aliada para conseguirlo. Y los métodos de diagnóstico no invasivos son la joya de la corona.

Así, si hace un tiempo hablábamos de un dispositivo que utiliza un láser (es decir, sin atravesar la piel) para medir el nivel de glucosa en sangre de los diabéticos, hoy nos toca hablar de un protector bucal que monitoriza marcadores de salud (como ácido láctico o úrico, presentes en la saliva) y envía la información, de manera inalámbrica a un Smartphone, a un ordenador portátil o a una Tablet. El dispositivo, desarrollado por ingenieros de la Universidad de San Diego (California), efectivamente hace uso de un método no invasivo de diagnóstico. En el estudio, los ingenieros se han centrado en el ácido úrico de manera más concreta, ya que es un marcador relacionado con la diabetes y la gota. Anteriormente, la única manera de diagnosticar estas enfermedades era con la extracción de sangre.

Para realizar el estudio, los investigadores recogieron saliva de voluntarios sanos y la analizaron con el protector bucal. Después, analizaron la saliva de un paciente con hiperuricemia, un exceso de ácido úrico en la sangre. El sensor detectó cuatro veces más ácido úrico en el paciente que en los voluntarios sanos. El paciente se medicó entonces con alopurinol, empleado para la hiperuricemia. Los resultados no dejaron lugar a duda: los investigadores documentaron una caída en los niveles de ácido úrico cuatro o cinco días después de que la medicación hiciera efecto.

‘La capacidad de monitorear de forma continua y no invasiva los biomarcadores presentes en la saliva es muy prometedora para muchas aplicaciones biomédicas’, declaran los investigadores en la revista Biosensors and Bioelectronics. El siguiente paso consiste en unir toda la tecnología en el protector bucal, proceso que permitirá que éste esté en el mercado en un año.

Seguiremos informando…
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