Si la tecnología está lista, ¿qué impide la implantación de la teleasistencia en la oficina de farmacia?

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‘La tecnología está lista, pero las barreras de la farmacia son otras’. Con esta contundente afirmación ha concluido Adolfo Tamames, CEO del Grupo Neat, su intervención en la segunda jornada del ‘Encuentro UIMP 2015: Formación, Información y Nuevas Tecnologías en la Farmacia del siglo XXI’, organizada por el Grupo Cofares, que versaba sobre nuevas tecnologías y servicios profesionales sociosanitarios y sobre teleasistencia y telemonitorización en farmacia. Tamames se refiere a cuestiones que tienen que ver con la legislación, la financiación y la colaboración con las distintas Comunidades Autónomas.

Durante la misma mesa redonda, Julio Sánchez Fierro, vicepresidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, ha hecho hincapié en que el Servicio Sociosanitario es un escenario cambiante en el que el envejecimiento y la cronicidad son aspectos muy relevantes. Y ‘toda esta gente demanda atención asistencial’, señala Sánchez Fierro. Uno de los motivos de esta demanda es la soledad, un ‘problema’ muy frecuente en este segmento poblacional que se desencadena en los casos de no contar con apoyos técnicos o humanos.

No obstante, y según el Vicepresidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, ‘la soledad no se percibe como un fenómeno indeseable por las instituciones y los poderes públicos’. Efectivamente, los poderes públicos prefieren que los mayores se queden en sus domicilios antes de que vayan a una residencia. Con esta premisa y según su opinión, es necesario que los poderes públicos asuman el reto de la atención domiciliaria, es decir, la teleasistencia y la telemonitorización.

Julio Sánchez Fierro ha explicado que en España se creó una estrategia de coordinación del sistema de atención sociosanitaria y que se debatió con las Comunidades Autónomas, pero que es necesario contar también con los operadores y destinatarios de los servicios profesionales sociosanitarios y farmacéuticos. El problema de que este tema recaiga de manera individual en las distintas Comunidades Autónomas es que cada una de ellas ‘entienda las cosas de manera diferente’, según Sánchez Fierro, lo que ocasionaría una falta de cohesión. ‘Por ello, hay que establecer criterios comunes’, explica, que se traducen en acuerdos que se remitirán al Consejo Interterritorial y al Consejo de Asuntos Sociales.

Por último, el Vicepresidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario ha destacado algunos ejemplos de programas estables entre gobiernos y oficinas de farmacia que incorporan la atención sociosanitaria de manera efectiva. Destaca el País Vasco, con un 80% de ayuntamientos apuntados a la iniciativa. El programa está retribuido y cuenta con unas dos o tres visitas al mes. Entre sus funciones se incluyen la vigilancia del cumplimiento terapéutico, continuidad asistencial, la recogida de datos… Éstas son las funciones que, según Adolfo Tamames, debe cumplir la teleasistencia.

Por su parte, Adolfo Tamames ha coincidido con Sánchez Fierro en el tema del envejecimiento de la población y ha introducido otro factor importante: el crecimiento de las enfermedades crónicas. Por ello, no ha dudado en hablar de la importancia de que el sistema actual se sostenga. En materia de la teleasistencia y telemonitorización, Tamames ha precisado que España es referencia en la primera y, entroncando con el tema del primer ponente, ésta es herramienta contra la soledad que sufren los mayores. No obstante, ayuda a domicilio y teleasistencia ‘no colaboran’, según Tamames. Esto, unido a las ‘barreras’ que se ponen a este tipo de sistema, serían las principales fallas a las que la teleasistencia y la telemonitorización se enfrentan para su implantación final.

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