¿Hacen falta más campañas de prevención del suicidio?

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La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la OMS celebran hoy el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, bajo el lema ‘Prevención del suicidio: buscar y salvar vidas’. La cita persigue despertar las conciencias y animar a todos a contribuir en la reducción de las elevadas tasas de mortalidad por esta causa. Los suicidios se cobran un coste elevado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 800.000 personas mueren cada año por suicidio, siendo la segunda causa principal de muerte entre los 15 a 29 años. Además, existen datos de que por cada adulto que se suicidó, posiblemente más de otros 20 lo intentaron. Los suicidios son prevenibles, recuerda la OMS, pero para que las respuestas nacionales sean eficaces es necesaria una estrategia integral multisectorial de prevención.

En mayo de 2013, la 66ª Asamblea Mundial de la Salud adoptó el primer Plan de acción sobre salud mental de la historia de la OMS. La prevención del suicidio forma parte integrante de este plan, que se propone reducir un 10%, para el 2020, la tasa de suicidio en los países, tal y como queda patente en el primer informe elaborado por la OMS bajo el título ‘Prevención del Suicidio: un imperativo global’, dado a conocer el año pasado.

Por ahora, en España, no existe un único Plan Nacional para la Prevención del Suicidio (sí hay algunos programas o planes autonómicos), a pesar de la llamada a la acción realizada por la OMS.
Como explica el doctor Miquel Roca, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM), coordinador de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Juan March de Mallorca y profesor titular de Psiquiatría en la Universidad de las Islas Baleares, ‘diversas comunidades autónomas como Cataluña y Madrid han puesto en marcha estrategias específicas con buenos resultados en este sentido: Código Riesgo de Suicidio en Cataluña o Código 100 en Madrid, por ejemplo. Otras comunidades como Cataluña de nuevo o Baleares han implementado programas europeos que se mostraron eficaces en estudios comunitarios controlados en Alemania. Es importante que sean programas que ya hayan sido analizados y estudiados y se hayan mostrado eficaces como el denominado European Alliance Against Depression en Alemania. Algunos grupos políticos y sociedades científicas, como la Sociedad Española de Psiquiatría, han planteado en el Congreso y en la Estrategia Nacional de Salud Mental la absoluta necesidad de un Plan con estas características, que es uno de los temas pendientes en la política sanitaria española’.

La Guía de Práctica Clínica del Sistema Nacional de Salud (SNS) para la Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida es otro ejemplo que puede citarse entre las medidas que se toman en nuestro país para la prevención del suicidio.

Pero, ¿cuáles serían las principales estrategias para la prevención del suicidio? El psiquiatra Miquel Roca lo tiene claro: ‘el diagnóstico precoz y tratamiento adecuado de los principales trastornos mentales sería la estrategia inmediata más adecuada para esta prevención, de manera particular en grupos de alto riesgo; paralelamente, programas de respuesta rápida a pacientes con ideación suicida o tentativas de suicidio y seguimientos pormenorizados de los grupos de riesgo’.

El estigma que rodea el suicidio se traduce en una falta de solidaridad y empatía de la sociedad hacia los ‘supervivientes del suicidio’, los familiares, a menudo los grandes olvidados de esta tragedia. El suicidio es un asunto de salud pública de primer orden, como lo demuestra el hecho de que sea la principal causa externa de muerte (suicidio, accidentes, homicidio…). Sin embargo, aún sigue siendo un tema tabú.

Seguiremos informando…
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