Esta mañana me he entrevistado con un empresario, propietario de una pequeña agencia de comunicación que estaba que se subía por las paredes porque no entiende nada de lo que está pasando… Y, ¿de lo que está por pasar?
El joven emprendedor anda cabreado porque no encuentra una empresa seria en el Sector que le quiera pagar lo que el calcula que ‘valen’… jajajajaja… ¡Se queja de que venden muy caros sus servicios y quieren comprar por nada! Así me han venido a ver otros tantos que se marcharon de grandes empresas ‘robando’ una cuenta o cuatro y pretenden que ahora los que les formaron, les compren… INDEMNIZACIÓN DIFERIDA EN DIRECTO. ¡País!
El sector de la Comunicación, además de pequeño y ramplón se empieza a mezclar y diluir con el Marketing. Esa delgada línea ha sido destrozada por la irrupción del Marketing Digital, una disciplina a caballo entre todas las ciencias del saber de la Comunicación, que es exigida en todos los currículos, y que amenaza con hacer desaparecer el papel de encima de las mesas de las agencias y consultoras, para pasar a tener calculadoras, datos, estadísticas…
Igual que la locura del desembarco de empresas españolas en los mercados emergentes americanos llevaron a grandes empresas de Comunicación a recalar allí. Hoy esas mismas empresas se tientan los ropajes a la vista de la caída generalizada de la zona. Si me marcho a México lo lógico es que busque una empresa asentada allí, que no tiene porque no ser española, y que tenga sus trapicheos montados y pagados con los medios locales, que al final son los que me van a dar buena reputación. ¡Decirlo de otra forma sería mentir!
Todavía hay agencias en España que se están planteando su expansión latinoamericana, aunque sea en locales compartidos con secretaria y baño único… El problema es cuando llamas y te dicen que estás en contacto con tal o cual centro de negocios, y nadie sabe nada, ni siquiera el nombre del máximo ejecutivo de la empresa… ¡Aquí nos pagaron el año por adelantado y nos han dejado este mail y un celular!, nos contestan ante la insistencia.
Mi amigo el joven emprendedor tiene que tener claro que el Mercado está para los que lo quieren trabajar, innovar, y, para los que trabajan una hora más que el resto de sus competidores. Y, como consejo de amigo, viendo el crecimiento espectacular que está experimentando, le invito a que pertenezca a nuestro Club de las Agencias, que es garantía de empresas serias del sector y con una alta vocación y compromiso de servir y crecer como Sector, desde las más grandes a las que empiezan…
La época de las ventas de empresas al tocomocho, es como la de la Plaza de Las Ventas, está demodé… Ahora se compra la innovación, las buenas ideas y el esfuerzo. Y es un trabajo de todos conseguir que nuestro diminuto Sector crezca y se desarrolle, el problema como siempre es que somos seres imperfectos los que queremos encontrar el camino de la perfección, y esto, está restringido a los Santos…
Por cierto, nuestro Grupo tiene un equipo de 22 personas dedicadas al SEO, Community, Diseño, Ingeniería… y sigue creciendo nuestro departamento de Marketing Digital, con la suerte de poder contar con instalaciones profesionales de radio, televisión, producción de y para Redes Sociales… Los esfuerzos de los últimos años están empezando a asomar sus frutos…
LA HISTORIETA DEL DÍA
En la calle San Pascual 89 de Aranjuez empecé a conocer a Los Púnicos. Allí tuve una novia que era la ex mujer de un reconocido pintor, y a otra que trabajaba limpiando una nave china de españoles, de esos que olvidan pagar los derechos de sus trabajadores, como media España.
Me marché a Valdemoro, me habían dado bien la dirección. Bruno I se había caído de los brazos de una menor y se había roto el cuello. Diagnóstico: Muerte por descerebre total de los dos. Al llegar a la ciudad del Moro atado a la bola, me dirigí a El Restón, donde está el mayor acuífero de España, ¡que se lo hagan ver! En una de sus calles, girando a la izquierda, un montón de perros pelusa que me esperaban barriendo las calles. A la puerta del Chirón aparqué antes de besarla. Sus labios no anunciaban lo que estaba por pasar pero conocía mis intenciones, buscaba un colutorio para enjuagar haselhofadas, que así lo llaman el Manchi y la Merkel… Todo quedó en lo que era, una gran mentira montada desde la meseta. La cocaína corroe a los enfermos e imaginarios cerebros de seres que creen tenerlo todo controlado. Sólo he leído a dos cocainómanos que merezcan la pena sus pensamientos y reflexiones, uno es el gran Sigmund Freud y el incomparable Coto Matamoros, el resto son reos de su nariz. Hasta los que dicen ¡es para un rato, unas risas, un polvo!…
A volar con IBERIA…
