Nadie se imaginaba hace unos meses que Mariano Rajoy iba a dar un vuelco tan radical a su política comunicativa. La cuenta atrás para las Elecciones Generales ha comenzado y el principal objetivo es recuperar parte de los numerosos votos perdidos. Rajoy sabe que lo ha hecho mal durante estos cuatro años de mandato, porque no se ha mostrado cercano, no ha dado la cara ante los medios y ha rechazado conceder entrevistas en numerosas ocasiones.
Todo lo contrario a esta estrategia ha sido la de sus rivales. Líderes emergentes como Pablo Iglesias, Albert Rivera o Pedro Sánchez le han ganado por goleada en exposición mediática y especialmente en cercanía y Comunicación con el electorado. Además, ha sido determinante a la hora de cosechar nuevos votos para sus partidos y consolidar una buena imagen pública.
El presidente del Gobierno ha regresado de las vacaciones con unas pautas claras por parte de sus personas de confianza si es que quiere ganar adeptos. Toca ponerse las pilas y ganar peso en los medios, cuyo foco está puesto principalmente en las televisiones. Así se lo han explicado a Mariano Rajoy sus más allegados como asesor, Pedro Arriola, o la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez de Castro
Es por ello que en las últimas semanas Rajoy es otro. Concede entrevistas, bromea con los periodistas, contesta a preguntas en ruedas de prensa e incluso se ha prestado a que las cámaras de ‘El Programa de Ana Rosa’ entren en Moncloa para mostrar cómo es un día a día de un presidente del Gobierno. El programa de Telecinco ha emitido esta mañana el amplio reportaje de Ana Rosa Quintana junto a un Mariano Rajoy absolutamente desconocido para el gran público.
Rajoy se ha mostrado cercano y mucho menos cohibido que otras de sus apariciones en televisión. El líder del PP incluso se ha ido de cañas con Ana Rosa Quintana, algo impensable hace sólo unos meses. Es cierto que el entorno y el tono amable de las conversaciones ha ayudado mucho a crear un clima de complicidad que ambos han mantenido a lo largo de todo el reportaje. Durante esas 24 horas Rajoy no ha eludido hacer referencia a sus fallos en Comunicación, algo que ha prometido subsanar y cuyo mejor ejemplo es precisamente su aparición en el espacio de Telecinco.
Mariano Rajoy estuvo hace dos semanas en la Cadena COPE arropando el estreno de Carlos Herrera en la emisora, pero aunque la radio también es importante la televisión será sin duda su principal objetivo. Es por ello que se esperan más apariciones del presidente del Gobierno en el resto de cadenas, sin descartar las menos ‘amigas’ como laSexta. No en vano la pasada semana la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, visitó el plató de ‘Al Rojo Vivo’. En 2011 fueron las televisiones más afines a los populares las que auparon de manera determinante a Rajoy y tras cuatro años de olvido toca volver a ‘exprimirlas’. Parece que el paseo mediático de Rajoy en la pequeña pantalla no ha hecho más que empezar. ¿Surtirá el efecto deseado? La respuesta, en diciembre.
