Por increíble que parezca, hoy en día existen jóvenes que creen que los preservativos de pueden reutilizar (1,3%), que los refrescos de cola se pueden utilizar como espermicida después del sexo para evitar el embarazo (1,1%) o que el film de plástico o un globo pueden valer como anticonceptivo en caso de no tener a mano un preservativo (1,6%). Dicho sea de otra forma: en cada uno de estos tres casos, al menos una de cada 100 jóvenes maneja información errónea o mitos que puede afectar gravemente a su salud. Así lo desvela el estudio ‘Las Verdades en sexualidad y anticoncepción en las millennials españolas’, basado en las conclusiones extraídas de 1.007 encuestas realizadas a mujeres españolas de entre 18 y 30 años y presentado por Bayer con motivo del Día Mundial de la Anticoncepción (26 de septiembre).
Estos tres casos vienen a confirmar que, ‘pese al gran acceso a la información, los nuevos canales de comunicación y el crecimiento personal de las jóvenes en todos los ámbitos sociales, todavía hay una brecha de conocimiento en cuanto a sexualidad y anticoncepción’. Así lo ha lamentado Carlota Gómez, directora de Comunicación de Bayer, una compañía farmacéutica que en los últimos años ha estado volcada en fomentar la decisión informada y responsable en el ámbito de la anticoncepción. Para ello, ha puesto en marcha iniciativas como #MiDecisiónMásLibre, para dar a conocer entre la generación nacida en la década de los 80 y de los 90, la variedad de métodos anticonceptivos existentes actualmente.
Como Carlota Gómez, el doctor Ignacio Cristóbal, jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital La Zarzuela de Madrid, se ha mostrado indignado de que en los 50 años de Historia de los métodos anticonceptivos no se hayan conseguido prevenir los embarazos no deseados, una situación que en nuestro país se le plantea a más de 240.000 jóvenes al año. Y no solo es consecuencia de no haber utilizado método anticonceptivo, como ocurre con el 27,3% de las millennials según el estudio, sino ‘por falta de información para utilizarlo eficazmente’, como apunta el doctor.
El principal factor que dificulta corregir la tendencia es que las propias millennials se consideran a sí mismas bien informadas en cuestiones sobre sexualidad y anticoncepción (76,7%), una visión que no siempre se corresponde con la realidad porque 4 de cada 10 no recuerda cual fue su fuente de información y más de 2 admite buscarla en primer lugar que aparece en Internet o en redes sociales como Facebook y Twitter. La situación se agrava cuando, además de interiorizar la información, la comparten.
El asesoramiento profesional cobra aquí una gran importancia. El médico cuenta en su contra con que el 31,4% de las millennials reconocen que no se sienten cómodas hablando con él sobre estos temas. Pero con una buena estrategia, puede crear un clima de confianza. ‘La clave está en motivar el intercambio de comunicación con la paciente, en respetar sus deseos, en mejorar los conocimientos de anticonceptivos con los que llegue a consulta, en desterrar los mitos y falsas ideas que tenga, y en implementar estrategias para mejorar la adherencia’, ha comentado el doctor Cristóbal.
Los sexólogos o asesores sexuales tienen también aquí un enorme peso. Nayara Malnero, autora del exitoso blog sexperimentando.es, ha descrito que su labor ‘muchas veces es de traductora de lo que les ha dicho el médico a las jóvenes que acuden a consulta o de consejera sobre aquellas cuestiones que no se habían atrevido a preguntar’. A este respecto, aconseja acudir a consulta preparada y ‘nunca pensar que las dudas pueden ser tontas: Todas son válida’. La sexóloga ha hecho hincapié en que ‘las redes sociales son un canal muy poderoso para compartir información’, pero ha advertido: ‘Las chicas deben informarse a través de las profesionales y de los medios que les den información veraz para que no sigan manteniendo y difundiendo falsas creencias’.