El Parlamento de Cataluña tendrá mayoría de independentistas en diputados con la presencia de Junts pel Sí y CUP. Según los sociólogos Narciso Michavila, presidente de GAD3 y Juan Toharia, presidente de METROSCOPIA, las claves del éxito independentista se deben, en primer lugar, a la actitud de confrontación y amenaza del equipo de Rajoy que ha propiciado un viraje hacia la izquierda más radical del electorado y en parte a una ley electoral que en este caso ha beneficiado al voto catalanista. Estas han sido las conclusiones de estos dos expertos en encuestas electorales durante la celebración del último de los encuentros Fórum Europa en el Ritz de Madrid, unos desayunos patrocinados por Asisa, BT y Red Eléctrica de España.
Las elecciones al Parlamento de Cataluña del pasado fin de semana han sentenciado el sentir del electorado catalán. El récord de asistencia a las urnas, con el 77% de participación y más de 4 millones de votos, ha demostrado que el pueblo catalán tenía mucho que decir en torno a la posición de Cataluña dentro de la configuración del Estado Español. Para los sociólogos responsables de las mayores empresas de estudios de opinión (GAD3 y METROSCOPIA), Narciso Michavila y Juan Toharia, los resultados tienen una lectura muy clara: la fractura de Cataluña en dos y una brecha entre el estado central y la Generalitat que va a tener muy difícil solución.
Las cifras no engañan, y el análisis del sentir político de los catalanes en base al origen de sus apellidos expuesto por Michavila no deja lugar a error. Con las cifras sobre la mesa, ese casi 50% de catalanes con apellidos catalanes representaría al 48% de los catalanes que habrían votado al independentismo en las elecciones al Parlamento.
Según Juan Toharia, sociólogo y presidente de METROCOPIA, ‘el nacionalismo catalán ha iniciado un deslizamiento hacia la izquierda. De un catalanismo centrado en CIU, se ha pasado a una izquierda más radical’. Según este experto en comportamiento político, la razón de este viraje hacia la izquierda se puede entender como ‘un castigo’ al Estado Central y una manera de reafirmar la posición del pueblo catalán, aunque no necesariamente supone que todos aquellos que hayan votado a Junts pel Sí defiendan la independencia. En este sentido, y volviendo a la teoría de los apellidos, Toharia reflexiona sobre la coincidencia de que ‘el 30% de los catalanes tiene 8 apellidos catalanes y precisamente el 30% de la sociedad es catalanista, es decir, independentista. Sin embargo, en los sondeos este porcentaje de independentistas llega al 48%, lo que indica que la causa de esa radicalización del nacionalismo catalán ha derivado hacia la radicalidad, muy probablemente por el sentimiento de muchos catalanistas centrados en haber sido ninguneados por el Estado Central’.
Pero dentro del análisis demográfico sobre la posición de los catalanes, un grupo que llama la atención de los sociólogos es aquel formado por catalanes que no poseen ningún apellido catalán y que forman parte de esa generación de hijos de inmigrantes que también han pasado a formar las filas del independentismo. Si bien ese grupo estaría en el 10% de aquellos que no poseen ascendencia catalana, el mensaje del independentismo ha calado, según los expertos alimentado por la confrontación del estado central, y que no ha hecho más que acrecentarse en la última legislatura con Mariano Rajoy. Michavila sitúa en el medio millón, el número de catalanes de no asecendencia catalana los que conformarían este grupo.
A pesar de las diferentes lecturas sobre si ha ganado o no el independentismo en las elecciones al parlamento catalán, en lo que sí están de acuerdo estos dos sociólogos es en la demanda del sentir de la ciudadanía que exige a los podemos políticos de uno y otro bando el entendimiento. Michavila apunta que ‘el 78% de loa catalanes y el 77% de los españoles creen que lo que lo que deberían hacer los gobiernos catalán y español es sentarse a hablar’.