Parece mentira que en pleno siglo XXI todavía sigamos dependiendo de un medidor como el Estudio General de Medios (EGM) para conocer las audiencias de radio. De sobra son conocidos los adjetivos que suelen acompañarle: obsoleto, poco fiable, alejado de la realidad, lioso, parcial… Los hemos escuchado en millones de ocasiones, pero a la hora de la verdad sólo tenemos claro que es el único sistema válido de cara a los anunciantes y, por ende, sus registros marcan la pauta de la inversión publicitaria en este medio.
Así que ninguna emisora con intereses comerciales puede renunciar a estar en el EGM, porque eso supondría quedarse fuera del suculento reparto que sostiene sus ingresos cada temporada. Los diferentes agentes del sector critican abiertamente, y de manera aún más intensa en privado, los métodos obsoletos utilizados para elaborar el EGM y su escasa fiabilidad. Aunque el problema continua, porque nadie se planta ante un negocio millonario y un monopolio que no tiene ningún sentido en 2015 con los avances tecnológicos que existen.
Todos estos agentes aseguran de puertas para afuera valorar los resultados como se merecen, es decir, desde la distancia. Y es que el EGM es un Estudio basado en encuestas con preguntas que confunden a los entrevistados y que deja fuera cualquier tipo de medición digital. En este sentido prnoticias conoce de primera mano que varias emisoras llevan tiempo negociando con los responsables del EGM para que ciertos ámbitos digitales sean tenidos en cuenta como es el caso de las descargas de podcast o el impacto en redes sociales. En el peor de los escenarios reclaman que se presenten como un complemento a las audiencias que hasta ahora se realizan.
Pese a estos contactos parece muy complicado, por no decir imposible, que el EGM modifique ninguna de sus pautas de medición que datan de varias décadas atrás. Actualizarse o adecuarse a los avances no es precisamente uno de los objetivos de sus responsables. A nadie se le escapa tampoco que se trata de un Estudio en gran parte desvirtuado si tenemos en cuenta que quien lo elabora, el Grupo Prisa, es uno de los principales implicados en dichas mediciones.
El EGM siempre está en boca de todos a lo largo de los 365 días, pese a que sus oleadas se conocen tres veces al año: abril, julio y diciembre. Quedan dos meses para conocer los últimos resultados de 2015, aunque el EGM ha saltado a la actualidad por la noticia de que RNE tiene un pie y medio fuera de Estudio. La noticia no coge por sorpresa a nadie, puesto que los dirigentes de la radio pública encabezados por el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, llevan meses reclamando su salida del EGM al considerarlo un gasto innecesario en una emisora sin publicidad desde 2010.
Esta misma mañana la Comisión Mixta de Control Parlamentario de RTVE y sus sociedades ha aprobado una propuesta de resolución del PP en la que insta a la Corporación abandonar el EGM por considerarlo ‘inservible y costoso’ para su actividad de servicio público. Ahora queda en manos de la dirección de los medios públicos materializar dicha decisión, que podría retrasarse teniendo en cuenta que todo quedará en el aire los próximos meses y hasta la celebración de las Elecciones Generales de diciembre de 2015 que pueden cambiar por completo el panorama político en España.
Telecinco dejó el EGM y ahora podría unirse TVE
El EGM es ‘imprescindible’ para conocer las audiencias en la radio, aunque no ocurre lo mismo con otros medios como la televisión, la prensa o las ediciones digitales porque en estos casos poseen otros medidores oficiales. En la pequeña pantalla tenemos las audiencias diarias de Kantar Media; la prensa cuenta con la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) y las webs recurren a otro polémico medidos como es comScore. Por lo tanto la marcha de Telecinco del EGM por una cruzada personal de Paolo Vasile o la posible de TVE –junto a RNE- no suponen una pérdida tan significativa como lo sería el abandono de una emisora comercial.
